Los vecinos de Teatinos ya estaban alerta. Un hombre de 48 años, camarero en un local cercano, frecuentaba un establecimiento con zona de niños y se escudaba en la necesidad de acompañar a su propio hijo, de entre tres y cuatro años, para refugiarse en una zona oscura, al fondo de la zona de recreo infantil. Allí trataba de tocar a niñas pequeñas. De la sospecha y la alarma, los dueños y clientes del local pasaron a la denuncia cuando el lunes de la semana pasada las cámaras le grabaron realizando tocamientos a, al menos, ocho niñas.

La Policía Nacional le detuvo al día siguiente en el local donde trabajaba de camarero, a pocos metros del otro establecimiento, donde se produjeron los hechos.

Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) iniciaron las investigaciones tras recibir la llamada denunciando los hechos. Una vez en el establecimiento identificaron a los testigos y visualizaron las grabaciones de la videovigilancia, pudiendo constatar la existencia de, al menos, ocho víctimas. Según la Policía, en el delito registrado por las cámaras se identifica que el detenido trata de realizar tocamientos a ocho niñas de entre 8 y 13 años.

Según las investigaciones, el hombre trató inicialmente de ganarse la confianza de las niñas ofreciéndoles cosas. Concretamente, les invitó a zumos de naranja y les dio monedas de un euro. Metido en la atracción infantil, como solía hacer, con el pretexto de acompañar a su hijo, invitó a las niñas a jugar al escondite, aprovechándose luego de la situación para realizarles tocamientos.

El detenido pasó a disposición judicial y quedó en libertad con cargos, con orden de alejamiento de las víctimas y de cualquier local frecuentado por menores.

En el barrio reinaba ayer la indignación. Según varios testigos, el supuesto pederasta ya había tenido problemas en el local debido a su frecuente presencia, semioculto, en la zona infantil.