Mientras los rivales por el ascenso han reducido considerablemente su ritmo, el motor del Oviedo directamente se ha parado. La avería de los azules puede observarse desde dos perspectivas. Una es que en el clima de igualdad generalizada, donde a los equipos fuertes les cuesta sumar con habitualidad, el Oviedo está desaprovechando una oportunidad única de alcanzar los dos puestos con el premio mayor. La lectura del optimista dice que en el momento de mayor crisis azul, todos los equipos pasan por alguna durante la temporada, las distancias no han aumentado significativamente. Tres derrotas después, el Oviedo ha caído tres puestos en la tabla, pero se mantiene en play-off y tiene el ascenso directo, el éxito rotundo, a cuatro puntos de distancia. Los azules pueden seguir aspirando a todo, siempre que la crisis quede superada.
El mal momento que vive el conjunto carbayón está atenuado por la situación de poca fiabilidad de los equipos llamados a pelear por el ascenso. El problema es que ahora se unen a la batalla conjuntos que hace unas semanas estaban casi descartados. Clubes potentes aunque con problemas como Valladolid o Zaragoza han cogido aire gracias a buenos resultados y la ineficacia de sus rivales directos. En la jornada 27.º el Oviedo le sacaba cinco puntos al séptimo, primer equipo sin derecho a play-off, y ahora está igualado con Osasuna, el más inmediato perseguidor.
Pero nadie ha logrado en las fechas más recientes imponer un ritmo imparable. El Leganés se había comportado hasta hace poco como el conjunto más fiable de la Liga. Había abandonado su papel de equipo revelación para convertirse en la realidad más seria. Fomentó su candidatura al ascenso en ocho victorias en nueve partidos que le situaron en lo más alto de la tabla, El ritmo, sin embargo, parece haberse detenido en las dos últimas jornadas: derrota en su feudo ante el Tenerife (0-1) y empate en Girona (1-1). Durante el periodo de crisis azul, los de Garitano suman 4 puntos aunque han incrementado su ventaja en la tabla de uno a los tres puntos actuales respecto al segundo clasificado.
Porque la dinámica del Alavés también es a la baja. Los de Bordalás acumulan seis partidos sin ganar, con cuatro empates y dos derrotas, que le alejan del primer puesto y le acercan a sus perseguidores. En los tres últimos choques ha sumado dos puntos aunque mantiene la renta de dos puntos sobre el tercer clasificado. El mayor aspirante a la zona de ascenso directo es ahora el Nàstic, uno de los equipos que mejor han salido parados de las tres últimas semanas. Los catalanes han hecho cinco puntos, con seis goles a favor y dos en contra, y han logrado superar al Oviedo en la tabla. También se sitúan ahora por delante de los azules el Córdoba (cuatro puntos en las tres últimas semanas) y el Zaragoza (cinco puntos en el periodo analizado).
En las tres últimas jornadas solo hay un equipo además del Oviedo que no haya logrado sumar. Es el Bilbao Athletic, último clasificado, que tiene la salvación a doce puntos. El liderato de esta particular clasificación es encabezado por dos equipos que han vivido un relevo en sus banquillos. Lugo y Ponferradina alcanzan los siete puntos, lo que le ha servido a los gallegos para volver a meterse en la pelea por el play-off (estaban a siete puntos y ahora se sitúan a tres) y a los del Bierzo para huir de la quema, ahora a cuatro puntos de distancia.
Al Oviedo ahora le favorece, siempre a priori, el calendario. Recibe a la Ponferradina, visita al Bilbao Athletic y vuelve al Tartiere para jugar ante al Numancia, tres equipos alejados de la zona noble. El siguiente rival, dentro de un mes, es el Nàstic, en un duelo entre aspirantes al ascenso. Pero antes, el Oviedo quiere recuperar el ritmo de puntos.
