La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El pulso azul

"A pesar del desastre seguimos estando cuartos"

Manuel Lafuente y Miguel Vicente afirman que el equipo "ha ido de más a menos", pero mantienen la esperanza en el ascenso

Manuel Lafuente, a la izquierda, con el presidente de la APARO, ayer, en LA NUEVA ESPAÑA. IRMA COLLÍIN

Manuel Lafuente y Miguel Vicente son dos personas queridas por la afición del Oviedo. Uno por su labor como presidente en años complicados (lo fue de julio de 2002 a julio de 2005) y Miguel Vicente por estar al frente de la Asociación que aglutina a gran parte de las peñas del Oviedo. Los dos ponen cordura tras las críticas que ha recibido el equipo tras la última derrota, aunque advierten de que si los resultados no acompañan la afición expresará su frustración.

-¿Qué les parece la situación deportiva del Oviedo?

-Manuel Lafuente: La situación actual del Oviedo tiene dos lecturas. A pesar del desastre que estamos manteniendo, por lo menos fuera de casa, seguimos cuartos, lo cual da pie a pensar que hay una Segunda igualada. Seguramente nosotros no estamos bien pero los demás tampoco están mucho mejor. La sensación que tenemos los oviedistas es que vamos de más a menos. Y que al final esa impresión que tenemos s de que algo nos ha de pasar, pues con lo de Egea creo que se puso de manifiesto. Seguimos siendo el Oviedo. En los mejores momentos siempre nos pasa algo.

-Miguel Vicente: Lo analizaría desde dos puntos de vista. El equipo tiene dos caras muy diferentes. En el Carlos Tartiere la línea está siendo bastante positiva e incluso con algunos partidos en los que se despliega un buen fútbol. Y coincido con Manuel que fuera de casa el equipo ha ido de más a menos de una manera evidente. Llevamos desde diciembre sin ganar fuera (al Mirandés). Seguimos arriba más por deméritos de los demás que por méritos propios. Lo mejor que se puede decir es que se ha visto que hay mimbres para desplegar mejor fútbol del que se está haciendo. Lo que hay que hacer es encontrar la llave de la herramienta y hacerlo ya.

-¿Cómo vieron lo que sucedió con la marcha de Egea?

-Lafuente: Hay unanimidad entre la afición. Estamos todos muy sorprendidos de que haya ocurrido tan de repente. Perder dos partidos es algo previsible en cualquier equipo y sin embargo no significa la marcha del entrenador. Me parece bastante normal el rifirrafe que se montó en El Requexón, que en un momento determinado alguien levante la voz, lo que no parece muy entendible es lo que ocurrió después con la dimisión o con el cese encubierto o con lo que haya sido. Una situación así lo que da pie es a seguir rascando más atrás y que cada cual vaya sacando sus propias conclusiones y algunas cosas que pasaban en su momento desapercibidas parece que haya tenido una trascendencia que no es lo que más conviene al Oviedo.

-Miguel Vicente: Egea tenía una cosa muy importante. Era el que mejor llevaba todo lo que es extradeportivo dentro del Oviedo, que no es poco. Y más en el cargo de técnico. Demostró que estaba más que preparado para asumir todo eso, que, como digo, me parece que es lo más importante para un entrenador en el Oviedo. Y a partir de ahí empezar a hablar de ideas futbolísticas. Me sorprendió la decisión que se adoptó. Fuera de él, fuera consensuada o fuera de la manera que fuera. Quedó patente el gran apoyo que tuvo desde la afición. Lo que no le quita nadie es que es el entrenador que nos devolvió al fútbol profesional y que se lleva el cariño de la afición.

-¿Qué opinan de la decisión de sustituirlo por Generelo?

-Lafuente: El tema de Generelo al final únicamente es cubrir el expediente, otra cosa no se le puede pedir. Un entrenador que llega y debuta en la actividad ni hubiera tenido un gran mérito en caso de ascenso ni tiene por qué tener ninguna culpa de lo que pueda ocurrir. Es un hombre que se pretende presentar como uno de la casa, aunque lleve aquí poco tiempo, y que como uno de la casa hace lo que en un momento determinado le encarga el consejo de administración, la secretaría técnica o quien haya tomado la decisión. Ni se le puede culpar de nada ni se le pueden reconocer mayores méritos aun con el posible ascenso. Gran parte de la "culpa" seguiría siendo de Egea y así habría que reconocérselo.

-Miguel Vicente: Había que encontrar a un entrenador que iba a tener que gastar tres, cuatro o cinco jornadas conociendo a la plantilla. En el caso de Generelo conocía a toda la plantilla, el handicap fundamental es que no ha tenido experiencia entrenando más allá de las nociones tácticas que podía dar a sus compañeros dentro del campo. Y, dentro de la oportunidad que es entrenar al Oviedo con la posibilidad de ascenso a Primera, también hay que valorarle que ha sido valiente.

-¿Les da miedo que haya división entre equipo y afición?

-Lafuente: Lo normal es que cuando se pierde haya quienes levanten la voz, incluso en exceso. Es inevitable que si no se da la vuelta a la situación la decepción va a ser tremenda. Seguramente porque no somos conscientes de dónde venimos. El objetivo que nos habíamos planteado para esta temporada ha sido, entre comillas, demasiado fácil. Hemos resuelto la permanencia muy pronto. Si estuviéramos peleando ahora por la permanencia la situación se entendería mejor. Pero nos hemos situado en un puesto que daba opción al ascenso y hay gente convencida de que el Oviedo tiene que subir este año.

-Miguel Vicente: El punto de inflexión con la afición es la marcha de Sergio Egea y quienes no la han entendido. Al principio el 95% hubiéramos firmado estar donde estamos. El mensaje que subyace de la plantilla y del club es que había que estar en ascenso directo. El nivel de exigencia de la afición va acorde a las explicaciones del propio club.

-Lafuente: Fue el mensaje que transmitieron. Pero hay que reconocerle a Arturo Elías que supo plantear los términos. En un momento determinado habló de buscar a un entrenador que ascendiera al Oviedo, pero que si no se subía este año se subía el año que viene y si no al otro.

-¿Qué piensan de los pitos al equipo en el Tartiere?

-Lafuente: Los que llevamos más de 50 años viendo fútbol eso ya lo vimos. Irureta fue uno de los entrenadores que mejores resultados obtuvo en el Oviedo y yo vi como le pitaban, como le ponían a caldo. Es inevitable. El fútbol tiene un componente muy importante de desahogo. A partir de ahí, los pitos se oyen más que ninguna otra cosa.

-MiguelVicente: Creo que no ha generado demasiada discrepancia porque por los que pitan, que no son demasiados, hay mucha gente que responde aplaudiendo y animando. Eso deja claro que la afición es consciente de lo que se está jugando el equipo, que es una oportunidad muy importante de volver a Primera.

Compartir el artículo

stats