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Susaeta

Un talento que siempre aparece

Susaeta ha mantenido su peso en el Oviedo en su cuarta campaña en el club

Susaeta y Nando. JULIÁN RUS / LOF

A Néstor Susaeta, de 32 años, pocas cosas se le pueden achacar desde que llegó hace cuatro temporadas al Oviedo. El extremo vasco ha sido un jugador en el que confiar, siempre la mejor opción para el extremo derecho, el que más peligro genera a balón parado, el que más asistencias de gol da (ha sido, con 12, el líder en Segunda esta temporada en ese apartado) y un referente para una afición que le agradece su comportamiento y entrega al club a pesar de los problemas personales que ha sufrido.

El eibarrés llegó al Oviedo en una temporada que terminó siendo un fracaso al no lograr los azules el ascenso a Segunda. Y no fue precisamente por él, que concluyó la campaña con ocho goles y siendo uno de los mejores de un equipo que finalmente no logró meterse en la promoción de ascenso. Se quedó y el esfuerzo dio sus frutos la siguiente campaña culminando una temporada impecable en Segunda B para ascender por la puerta grande. La Segunda es una categoría mucho más razonable para un futbolista de sus facultades y lo ha demostrado estas dos últimas campañas, en las que ha sido un fijo en el once fuera quien fuera el entrenador.

Este año parecía que le iba a costar más hacerse un hueco, con fichajes como los de Nando, Ortiz, Alániz y después las llegadas de Borja Domínguez, Carlitos de Pena e incluso Saúl Berjón. Pero todos estos futbolistas han tenido que buscarse un lugar en otras partes del campo, nunca en la banda derecha del ataque azul, coto reservado para un Susaeta del que ningún entrenador ha querido prescindir. Y es que cuando él es el encargado de poner el balón en juego en un córner o en una falta lateral éstas se transforman en ocasiones de gol.

Susaeta tiene un año más de contrato, aunque ha pedido reunirse con el club para hablar sobre su futuro. El nuevo entrenador será el que decida sobre qué quiere de un jugador que se ha ganado un hueco en la historia del Oviedo. Uno de esos jugadores a los que se valorará más cuando pasen los años, cuando el tiempo borre las cosas más secundarias y sólo queden las importantes, los éxitos logrados y el comportamiento que ha tenido dentro y fuera del campo. Susaeta, siga o no vistiendo la próxima temporada la camiseta azul, será para siempre un referente. También para él el Oviedo será el club de su vida, en el que vivió sus años de madurez y en el que se convirtió en el ídolo de una afición que nunca olvidará ese guante que Susaeta tiene en la pierna derecha.

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