2 Javier Blanco

«Waka Waka this time for Africa», o sea «Waka Waka, esto es África». Un saludo musical a ritmo de vientre y desde la aguda voz de Shakira, un grito africano: es la canción oficial del Mundial de Sudáfrica. Sonido pegadizo a la africana, con instrumentos africanos, con una buena carga de percusión y «gas» comercial. Es la pieza del Mundial de Sudáfrica. Es curioso que, a pesar del gran escaparate que son los Mundiales de fútbol, sus piezas, sus himnos se diluyen más rápido que una canción de verano de toda la vida. Y, siendo el himno de un Mundial, una canción de verano, es sorprendente que se esfumen tan rápido. Es posible que el cerebro haga efecto protector y, después de tanto «machaque mundialista», repela audiciones posteriores.

Ya casi nadie se acuerda de la (canción) del Mundial de Alemania (2006), aún revisándola de nuevo en internet. Por cierto, Shakira tuvo también su importancia en este Mundial en la ceremonia de clausura: cantó su ágil «Hips don't lie» con Wyclef Jean acompañada de una coreografía muy étnica. Bien, una vez revisada la pieza alemana ya se cae en la cuenta de que el himno oficial era de Tony Braxton e «Il Divo», con «Time of our lives». Una pieza-himno; eso sí, con un vídeo emotivo que revive momentos gloriosos, trágicos y fantásticos del fútbol. Con texto de ánimo: «Hay un sueño desde hace tiempo?» Y con la parte castellana de Il Divo.

Y es que en los últimos campeonatos hubo mucho ambiente latino. De hecho, hay una versión para Sudáfrica con Bisbal, de título «Waving Flag»: A Bisbal lo acompaña el somalí K Naan. Ricky Martin, otro latino, se puso muy de moda en el mundo con la versión en inglés de «La Copa de la vida» (The Cup of life), que fue el himno de 1998 (Francia). Una pieza «sabrosona», que diría un animador de vieja sala de fiestas, que, aquí sí, fue también parte de la cosecha de canciones de aquel verano. Por medio se coló, en 2002, el «Boom» de Anastacia del Mundial de Corea, que resuelve con ese ambiente tan soulero de la cantante.

Y así cada nuevo Mundial. Pero Sudáfrica llega con el «Waka waka» de Shakira, con ese espíritu afro mezclado con la expresión latina de la cantante colombiana que tan de moda puso el movimiento «ventricular». Es todo un homenaje a la sede central y, de paso, al continente, que por primera vez recibe un Mundial de fútbol. Sin embargo, Shakira no será la única «marca» sonora del campeonato. Nadie podrá obviar las «trompetas» (o así) de los aficionados; esas trompetas que hicieron saltar todos los medidores decibélicos en la pasada Copa de Confederaciones. Animaron, pusieron la nota de color sonora y, de paso, acallaban algunos comentarios de algunos comentaristas futboleros que, en ocasiones, son como una trompeta que martillea el oído.