Barcelona

El cocinero y propietario del restaurante Can Faves, Santi Santamaría, denunció ayer que Ferran Adrià no sólo utiliza aditivos en sus platos, sino que también los comercializa aprovechando su imagen pública.

Santamaría, colaborador de la revista «Magazine» que LA NUEVA ESPAÑA distribuye los domingos, ha explicado que el cocinero de El Bulli es propietario de una empresa, denominada Texturas Albert y Ferran Adrià, que «compra los polvos a un laboratorio, los pone dentro de un bote con su imagen y los vende a los restaurantes».

«Yo estoy en contra de eso, es ésta la lucha», ha afirmado Santamaría en alusión a la polémica que han suscitado sus declaraciones en las que critica el uso de aditivos por parte de los chefs y en concreto del famoso Ferran Adrià.

El chef de Can Faves ha admitido que utiliza aditivos como la gelatina, pero denuncia que otros cocineros «a partir de los aditivos te hacen un plato». Pese a reconocer que esos productos son legales, ha apuntado que «hay que tener en cuenta que con algunos de los que hoy se usan se debe ser muy escrupuloso, muy técnico, muy preciso, porque la ley regula la cantidad máxima que se le puede poner a una receta». Santamaría denuncia ser objeto de «un linchamiento» que «pasará a la historia», pero afirma que ahora mismo se siente «más fuerte para denunciar el sectarismo en el mundo de la cocina». Asegura que su única motivación es defender una cocina basada en los productos de temporada.