Oviedo, Eduardo GARCÍA

Los tres primeros millones de euros del Campus de Excelencia llegan a Asturias. El Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirige Cristina Garmendia, anunció ayer la puesta en circulación de 50 millones de euros destinados a los 22 proyectos del subprograma de I+D+I, aprobados a la vez que se seleccionaron las 15 universidades españolas, entre ellas la de Oviedo, que optan al sello de calidad del Campus de Excelencia Internacional.

El programa asturiano es el de Energía, tiene una de las mayores dotaciones estatales (la mayor es de cuatro millones de euros) y cuenta como principales empresas agregadas a Arcelor, Duro Felguera y Hunosa, además de los hospitales de la comunidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Parque Empresarial de Gijón.

Será precisamente la villa de Jovellanos la sede de este proyecto que abre la sucesión de subvenciones que previsiblemente la Universidad de Oviedo va a recibir de la Administración Central de aquí a, por lo menos, el año 2011, aunque la idea de Campus de Excelencia para la Universidad española alcanza el horizonte de 2015.

La primera convocatoria del Campus de Excelencia fue resuelta el pasado jueves con la selección de 15 universidades españolas y de 22 proyectos de Investigación y Desarrollo. Muchos de estos últimos proyectos de transferencia de conocimientos fueron presentados conjuntamente por universidades de la misma comunidad (uno de ellos incumbe nada menos que a cinco universidades andaluzas). No es el caso de Asturias, por razones obvias. Es comunidad uniprovincial, distrito universitario único y su equipo rectoral no se planteó en ningún momento asociación alguna con otras universidades.

La elección del área de conocimiento de Energía -que también incluye Medio Ambiente- supuso el aparcamiento del otro gran proyecto presentado por la Universidad al mismo subprograma de I+D+I y Transferencia: el de Biomedicina y Salud, que iba a tener su sede en Oviedo y para cuya dirección incluso se barajaba el nombre de Carlos López Otín.

La inmensa mayoría de los proyectos de I+D seleccionados cuentan con agregaciones empresariales ligadas a las universidades firmantes. El proyecto de Construcción e Ingeniería Marítima de Cantabria cuenta con el respaldo del Banco de Santander; el de Tecnologías Sanitarias de Granada, con el de Puleva; y el de Química de la Universidad Rovira i Virgili, de Tarragona, con el de Freixenet y Port Aventura. En el País Vasco, la propuesta presentada por la Universidad pública tiene apoyo del Guggenheim, aunque su área de conocimiento no tenga en principio nada que ver con el arte: Calidad Ambiental y Recursos Naturales.

Son sólo algunos ejemplos de esta convivencia empresa-Universidad que fue uno de los factores decisivos a la hora de la selección. Al concurso de las áreas de conocimiento se presentaron 44 proyectos representando a 46 universidades públicas y privadas de toda España. Es decir, un 40 por ciento de las candidaturas se han quedado fuera de la línea de subvenciones. Las 15 universidades españolas que optan al sello de Campus de Excelencia Internacional lograron ver aprobados los proyectos de Investigación y Desarrollo.

El distrito universitario de Madrid es el que consigue una mayor subvención global, con 14 millones de euros que se repartirán entre cinco campus, el mismo número que Andalucía aunque con proyectos más baratos: 10 millones de euros. Cataluña consiguió cuatro proyectos, con otros 10 millones de subvención.

Medio Ambiente y Energía (el área del proyecto asturiano), Biosalud y Nuevas Tecnologías son las tres familias de conocimiento científico que han logrado los mayores apoyos, con seis proyectos aprobados por el Ministerio para cada una. Le siguen Recursos Naturales, con cuatro, el mismo número que las Humanidades, y Nuevos Materiales, con tres.

La convocatoria ministerial registró, tanto a la hora de la elección de las 15 universidades de excelencia como de la selección de proyectos del subprograma de I+D, ausencias muy significativas. Ninguna universidad de Castilla y León se logró meter en el grupo de excelencia, donde sí está la Universidad de Oviedo. Y de los 22 proyectos de Investigación y Desarrollo, tan sólo la Universidad de Salamanca pudo ver aprobada una propuesta, la de subvención más modesta, con tan sólo un millón de euros. Se trata de una oferta científica relacionada con la Industria del Idioma Español.