Oviedo, E. G.

El clúster de Biomedicina y Salud de la Universidad de Oviedo sigue vigente «sin mover una sola coma». La frase es de la vicerrectora de Internacionalización, Ana Fernández, una de las principales responsables en la preparación del proyecto de Campus de Excelencia Internacional. El hecho de que la Administración central no haya elegido esa área de conocimiento entre las 22 de la Universidad española que serán financiadas dentro del subprograma de I+D, aparca el clúster, pero no lo desactiva. Por contra, el Ministerio de Ciencia e Innovación eligió el área de Energías Renovables, Medio Ambiente y Cambio Climático, presentada por la Universidad asturiana, proyecto que ya cuenta con tres millones de euros de financiación estatal.

La Universidad tenía fundadas esperanzas en esta propuesta de investigación y desarrollo, que iba a tener su sede en Oviedo, probablemente en el entorno del Centro de Investigación Biomédica, que será levantado al lado del futuro Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en terrenos de La Cadellada. Tanta esperanza que incluso el rector había adelantado el nombre del bioquímico y catedrático de Biología Molecular Carlos López Otín para dirigir el clúster. «Nos ayudó muchísimo, tenemos claro que él tiene que dirigirlo», decía ayer el rector Vicente Gotor, quien aspira a que Biomedicina logre financiación dentro del proyecto general del CEI.

En las aspiraciones biomédicas asturianas se interpuso la Universidad de Granada. Los proyectos de ambas instituciones eran de similares características, pero Granada, una Universidad que suele alcanzar posiciones de cabeza en los rankings nacionales de calidad, disponía de un as en la manga: su parque tecnológico dedicado a la biomedicina. El problema añadido es que el Estado sólo aceptaba un clúster por Universidad.

«El sector de la Biomedicina es, junto con el de las Energías Renovables, nuestro ámbito de conocimiento más potente y el que más posibilidades de transferencia presenta. No nos olvidamos de él ni mucho menos; el proyecto continúa», destacó ayer la vicerrectora Ana Fernández.

La idea inicial, explicada en su día por el vicerrector de Investigación, Santiago García Granda, es que el proyecto universitario de Biomedicina tuviera dos grandes ejes de trabajo: la investigación en oncología y la medicina regenerativa. Se habló, asimismo, de una tercera vía, condicionada a los presupuestos: la de investigación alimentaria. Entre las numerosas entidades que apoyaban el clúster de Biomedicina -cerca de una veintena- figura el Instituto Universitario de Oncología del Principado.