Madrid

El humorista José Miguel Monzón, conocido como El Gran Wyoming, acusó ayer a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de tratar de «hundir» su «prestigio como ciudadano» y su carrera profesional al relacionar la agresión sufrida por el presentador de Telemadrid Hermann Tertsch con un vídeo emitido en «El Intermedio», el programa que presenta el humorista en La Sexta. «No tengo absolutamente nada que ver con esa agresión, se me ha hecho responsable de ella y desde luego se quiere hundir mi carrera profesional y mi prestigio como ciudadano por ese hecho del que me siento absolutamente ajeno», explicó el humorista, quien negó «el derecho» de la presidenta de la Comunidad de Madrid a señalarle como «instigador de los hechos».

Así, indicó que se siente «una víctima» de lo ocurrido, porque ha sido culpado por una agresión con la que no tiene «absolutamente nada que ver». Aguirre afirmó el pasado miércoles que «agresiones morales en forma de presuntas bromas» -en referencia al vídeo emitido en «El Intermedio»- habían «manipulado» la manera de expresarse de Tertsch «quitando palabras y poniéndolas» y le habían «hecho parecer como un asesino».

Para Wyoming, interpretar que un vídeo humorístico sobre un comentario de Tertsch es hacerle «parecer como un asesino» es «una interpretación de muy mala fe» y señaló que no se puede «entender que lo que diga Benny Hill sea exactamente igual que lo que diga Aznar o Zapatero». «No hemos presentado como un magnicida a Hermann Tertsch y lo sostengo», subrayó.

Tertsch permanece ingresado en el Hospital de Madrid después de recibir una patada por la espalda la noche del pasado lunes en un bar de la calle Almirante al que llegó pasadas las tres y media de la madrugada. El periodista tiene dos costillas rotas y a consecuencia del golpe recibido se le encharcó un pulmón. La Policía está investigando el suceso.

El periodista evoluciona favorablemente y podría recibir el alta el próximo lunes. Así lo ha hecho saber Telemadrid a varios medios de comunicación, que inciden en la gravedad de las lesiones sufridas. Está previsto que abandone el hospital madrileño donde está ingresado muy pronto. El propio Tertsch, que anunció antes de la agresión que demandaría a Wyoming, está «convencido» de que quienes le propinaron los golpes «eran profesionales» y ha desvinculado el ataque de los comentarios del humorista. «Lo que más me duele es que se dude de lo que ha pasado», escribió Tertsch en «ABC». Las investigaciones descartan, por el momento, cualquier intencionalidad política.