Oviedo, M. S. MARQUÉS

El Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia incrementó un 32 por ciento en 2010 las ayudas para la manutención de niños acogidos por familias asturianas. Gloria Fernández, directora del Instituto de Atención Social a la Infancia hizo ayer balance de las cuentas de acogida a menores en el Principado, unas actuaciones que en 2010 supusieron una inversión de 830.000 euros.

Con este presupuesto se ha atendido a 390 niños que fueron acogidos por un total de 282 familias. Se trata de menores tutelados por el Principado que viven con familiares biológicos o con otras familias que los acogen sin que medie vínculo de parentesco. Según Gloria Fernández, en Asturias residen cada año alrededor de 700 niños en acogimiento familiar a los que hay que sumar unos 400, alojados en la red de centros residenciales.

Como novedad, la directora del Instituto Asturiano de Atención Social se refirió a la modificación de baremos, «lo que ha permitido incrementar la renta per cápita para obtener estas ayudas hasta el salario mínimo profesional, 639 euros, ya que hasta 2009 se situaba en 500 euros». En el año que acaba de terminar, el 38 por ciento de los solicitantes de estas cantidades fueron familiares con ingresos mensuales inferiores a 250 euros por persona, mientras que más de la mitad de las solicitudes, un 52 por ciento, corresponden a núcleos familiares con ingresos de entre 509 y 639 euros mensuales.

Además de los ingresos, el Instituto de Atención a la Infancia tiene en cuenta distintas condiciones especiales de los menores: se valora si el niño acogido padece algún tipo de discapacidad, caso en el cual la ayuda se incrementa en 100 euros más al mes. Lo mismo sucede si se trata de menores de 3 años, de adolescentes o de un grupo de hermanos.

Con respecto al año 2009, la inversión para hacer frente a los pagos por acogimiento creció 200.000 euros, pasando de 630.000 a 830.000 euros. Gloria Fernández calcula que para el año en curso la cifra se acercará al millón de euros.

En 2010 el incremento del gasto se empleó más que en un mayor número de niños acogidos, en abonar una mayor cuantía a las familias para que la manutención de los menores «no sea un gravamen económico». Hay que tener en cuenta que la mayoría de los familiares que se prestan a tutelar a los menores son abuelas, de renta ajustada.

Gloria Fernández defendió la subida de las ayudas económicas como un paso necesario para potenciar la acogida familiar frente a la residencial. «Se busca garantizar la permanencia de los niños en acogimiento familiar porque es más beneficioso», dijo, y añadió: «Nunca por una situación económica deben acabar en un centro residencial».

En España el 75 por ciento de los menores tutelados permanece ingresado en residencias, pero estos datos no se corresponden con la realidad asturiana, donde son en torno a 700 los que conviven con familias y la mayoría lo hace con familiares biológicos. En porcentajes, un 63% está bajo protección familiar frente al 36% de las residencias. La mayor parte de las familias receptoras, 196, tiene un menor en acogimiento, mientas que 63 tienen a dos, 16 familias tienen a tres, y 5 tienen en acogimiento a cuatro menores cada una.

Gloria Fernández señaló: «Cuando se detecta una situación de desprotección de menores, lo primero es estudiar a la propia familia y ver si es adecuada» para la acogida. Además, están las familias no emparentadas, que también colaboran con el Instituto de la Infancia. En estos casos suelen ser personas con mayores ingresos.

Las ayudas que paga el Instituto oscilan entre 560 y 3.920 euros anuales, en función de los ingresos de la familia de acogida y de las necesidades del menor. Las edades de los niños van desde menos de un año a los 18 años.