Oviedo, Raquel DÍAZ

La junta de personal del área de salud IV de Asturias denunció ayer en rueda de prensa la «dejadez» en la gestión de la sanidad del Principado. Los representantes de los trabajadores insistieron en que el sistema sanitario asturiano es «mejorable» y no necesita más «privatizaciones».

Los miembros de la Junta calificaron la situación que se está produciendo en el centro de salud de la Fresneda de «inaceptable», ya que en el edificio, fuera del horario de trabajo, se llevan a cabo actividades que nada tienen que ver con la sanidad, tales como bailes de salón y charlas. Los trabajadores han informado de esto a la gerencia, ya que al acudir a sus puestos de trabajo «encontraban los ordenadores encendidos», apuntó la presidenta de la Junta, Joaquina Fernández (CC OO). Este hecho puede suponer un incumplimiento de la ley de autonomía del paciente «al no garantizar la protección de los datos» de los historiales clínicos de los usuarios del centro. Esta denuncia fue transmitida a la gerencia el 16 de mayo, con un escrito firmado por el 90% de los trabajadores, que no obtuvo respuesta hasta anteayer, tras anunciarse la convocatoria de la rueda de prensa.

Otro punto que se trató durante la comparecencia fue el cierre de quirófanos y unidades de hospitalización, que ha provocado «situaciones de hacinamiento» en departamentos como el de pediatría, que, tras el cierre definitivo de la unidad de lactancia, acoge en cada habitación tres camas.

Los representantes sindicales llaman la atención sobre el hecho de que se reduzca «el número de horas ordinarias y se intente compensar con el aumento de las horas extraordinarias o muy extraordinarias», lo que se conoce como peonadas, «multiplicando de esta manera los gastos y aumentando las listas de espera». Los miembros de la junta dejaron claro que el cierre de quirófanos y unidades de hospitalización es una «medida economicista», que no se ha tomado por la «falta de personal».

La junta ha incidido en el «silencio» que existe por parte de la gerencia en cuanto a la situación de los trabajadores de la hostelería, que ven peligrar sus puestos con la futura puesta en marcha del nuevo hospital, que está prevista para el próximo año, aunque «los plazos no se están cumpliendo», según dijo Francisco Fernández Menéndez (de SICEPA-USIPA).