Oviedo, Eduardo GARCÍA

¿Qué opinan los médicos asturianos sobre la dedicación exclusiva? En medio de la polémica política de estos últimos días en Asturias en torno al futuro de una norma que establece la obligatoriedad de la dedicación exclusiva para los médicos contratados por la sanidad pública a partir de inicios de 2003, profesionales de distintos ámbitos y especialidades en el Principado reflexionan en esta encuesta con opiniones para todos los gustos.

Carlos Suárez, jefe del servicio de otorrinolaringología del HUCA:

«Yo soy partidario de la dedicación exclusiva y la practico, como es lógico. Creo que es una buena forma de evitar connivencias con la sanidad privada, algo que ocurre con más frecuencia de la deseada. La tentación de estar, profesionalmente hablando, en más de un sitio, lleva aparejado el riesgo de no estar en ninguno. Hay que recordar que el empleador es el que pone las condiciones al nuevo empleado y que la dedicación exclusiva es algo que se exige en muchos otros países. Un juez no tiene abierto su bufete por la tarde en casa, y no veo por qué los médicos tenemos que ser distintos».

Edelmiro Menéndez, jefe del servicio de endocrinología del HUCA:

«La dedicación exclusiva me parece fundamental en profesionales que ostenten jefaturas en la sanidad pública, más que nada para evitar cualquier conflicto de intereses. En esta polémica quiero huir del «sí» o «no» para centrarme en el «quién» y en el «cómo». Yo suprimiría la obligatoriedad de la dedicación exclusiva, y buscaría otras fórmulas de compensación a los que libremente aceptan esa dedicación plena a la sanidad pública.

José Luis Solís, jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Cabueñes:

«La obligatoriedad de la dedicación exclusiva es una coacción a la libertad de las personas que no entiendo ni entenderé. Dos médicos que trabajan las mismas horas y en principio con la misma capacidad no tienen por qué cobrar distinto, y esto es algo que sólo pasa en algunas comunidades socialistas de línea dura. Es curioso: la dedicación exclusiva prohibe dedicarse por la tarde a la sanidad privada, pero no a cualquier otra actividad profesional. Un médico, en sus horas libres, puede vender caramelos o material médico. No tiene razón de ser. Muchos de los que no tenemos dedicación exclusiva contamos con más experiencia profesional que los que sí la tienen, aunque sólo sea por una cuestión de edad».

Serafín Málaga, jefe del servicio de nefrología pediátrica del HUCA y catedrático de Pediatría:

«No se puede prohibir que, quien quiera, ejerza la medicina privada. Esto es una profesión liberal, no somos trabajadores convencionales. Dicho esto, yo he tenido dedicación exclusiva a la sanidad pública desde siempre. Los que la tienen y los que prefieren una dedicación parcial hacemos las mismas horas laborales en los hospitales, y no me parece equitativo que todo el mundo esté en el mismo saco».

Julio Bobes, jefe de psiquiatría del área de Oviedo:

«Voy a hablar de mi caso. Llevó más de veinte años de dedicación parcial y, si comparamos rendimientos, el mío es diez veces mayor que la media, y en esa media incluyo como es lógico a todos mis colegas que sí tienen dedicación exclusiva. Es mi caso, repito, pero podría nombrar a muchísimos otros profesionales en la misma situación. La obligatoriedad de la dedicación exclusiva para los médicos que ingresaron en la sanidad pública a partir de 2003 es un criterio mal gestionado que frena a muchos y no motiva a otros. Es un problema crónico de Asturias que espero que ahora se desmonte. Estamos ante una injusticia de tamaño tan descomunal que desmotiva al más pintado».

Francisco Fernández Vega, nefrólogo del HUCA y presidente de la Sociedad Asturiana de Hipertensión:

«Yo anularía la norma de obligatoriedad de la dedicación exclusiva. Los profesionales tienen derecho a escoger y rechazo por completo esa teoría de que hay médicos que no cumplen en la sanidad pública y que sí lo hacen en la privada. Quien cumple, la inmensa mayoría, lo hace en cualquier ámbito profesional porque, al final, la filosofía de la actividad privada no se diferencia gran cosa de la pública: todos buscamos un buen diagnóstico y un buen tratamiento. Nuestro horario común es de ocho de la mañana a tres de la tarde, y a partir de ahí que cada cual opte».

Alejandro Braña, jefe del servicio de traumatología del HUCA:

«Me parece absolutamente natural que un médico pueda en su tiempo libre dedicarse a cualquier actividad ética, digna y razonable. Esta obligación que tenemos en Asturias de la dedicación exclusiva en la sanidad pública es una norma que no conduce a nada positivo por sí misma y, por supuesto, no conlleva mayor o menor calidad en la asistencia a los pacientes. La excelencia no tiene nada que ver con la dedicación exclusiva contractual. Hacer reduccionismo empobrece siempre».

El complemento salarial de dedicación exclusiva asciende a 790 euros brutos mensuales. El Servicio de Salud del Principado (SESPA) cuenta en su plantilla con unos 3.200 médicos. Un 85 por ciento de ellos cobran el citado plus.

«Querer estar en más de un sitio lleva aparejado el riesgo de no estar realmente en ninguno»

<Carlos Suárez >

Otorrinolaringólogo

«Rechazo la teoría de que hay médicos que no cumplen en la pública y sí en la medicina privada»

<Francisco Fernández Vega >

Nefrólogo

«Lo que ocurre en Asturias es una injusticia descomunal que desmotiva al más pintado»

<Julio Bobes >

Psiquiatra

«La exclusividad obligatoria es una coacción a la libertad de los profesionales médicos»

<José Luis Solís >

Ginecólogo

«En la libertad de los médicos está precisamente el enriquecimiento de la sociedad»

<Carmen Rodríguez >

Colegio de Médicos de Asturias

«He tenido exclusividad desde siempre, pero entiendo que ésta es una profesión liberal»

<Serafín Málaga >

Pediatra