Oviedo, J. N.

Recorte de presupuesto sin rebajar la calidad. Así se presentó y valoró ayer en Oviedo el XIX Festival de Teatro Lírico Español que se extenderá del 29 de febrero al 2 de junio, con cinco títulos. Respecto al año pasado el presupuesto del festival de zarzuela pasa de dos millones a un millón de euros, con reducción de títulos y del número de funciones. El festival cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA.

La sesión se celebró a partir de las once de la mañana en el salón de te del teatro Campoamor.

El alcalde carbayón, Agustín Iglesias Caunedo, abrió las intervenciones recordando la calidad artística de las ofertas del Campoamor, que se apoya en el festival del zarzuela, la temporada de ópera, el ciclo de ballet y la entrega de los premios líricos, que se producirá precisamente mañana. Indicó que la clave del éxito del teatro estaba en la especialización, y sobre el festival de zarzuela lanzó la idea que recorrió toda la presentación: recortes económicos por la crisis pero manteniendo la calidad que exige el público. Agustín Iglesias animó, asimismo, a realizar pequeños giros y cambios que en el futuro se podrían generalizar para de esa forma recuperar la afición y ganar nuevos públicos. El Alcalde se mostró orgulloso del rescate del patrimonio cultural español que se está realizando desde el teatro Campoamor y destacó la importancia de ir a coproducciones con otros grandes teatros. Puso como ejemplo la colaboración del Campoamor con el teatro Arriaga de Bilbao, que dirige desde el punto de vista artístico el director de escena ovetense Emilio Sagi -sentado a su lado en la mesa desde la que se presentaba el festival-, cuyo concurso en el festival dijo que era en lujo. Iglesias destacó finalmente que la cultura puede ser productiva desde un punto de vista meramente económico.

Emilio Sagi tomó la palabra. Recordó la colaboración establecida en 2008 entre el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y el de Bilbao, Iñaki Azcuna, que dio como resultado, entre otras cosas, la coproducción de «El caserío», que se verá en el Campoamor, en tres funciones, a finales de marzo. Sagi comentó que su familia vivió de y para la zarzuela, y añadió que aun con recortes se puede hacer en Oviedo un buen festival sin bajar la calidad. Concretó afirmando que los directores de escena deben ser austeros y no bajar o trucar la calidad.

El director ovetense dijo que el festival del Campoamor tenía futuro. Explicó que la zarzuela si se hace con rigor es un género maravilloso pero que los propios españoles son los culpables de que no esté a la altura de la opereta vienesa o francesa. Y repasó los cinco títulos del festival. Dijo que «Gloria y peluca», de Barbieri, y «El estreno de una artista», de Gaztambide, eran dos títulos cortos, excelentes y dirigidos por Ignacio García, un joven valor. Afirmó que la producción de «La del Soto del Parral», de Soutullo y Vert, es estupenda. Insistió en la calidad de «El caserío», de Guridi, y alabó el espectáculo «Amadeu», que mañana recibirá uno de los premios líricos del Campoamor.

Intervino después Francisco González Álvarez-Buylla, presidente del Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, que intervendrá en todos los títulos. Lacónicamente afirmó: «A mal tiempo, buena cara y buena música». José Vega, director de la Obra Cultural de Cajastur, destacó, a su vez, que el programa del festival estaba consolidado y afirmó que la zarzuela es un género que se vende solo. Subrayó la importancia de la colaboración en materia de cultura con otras instituciones y recordó que la red de Cajastur sirve las entradas para el festival.

Cerró las intervenciones Ángeles Rivero Velasco, directora de LA NUEVA ESPAÑA, que manifestó su satisfacción profesional y personal por participar en la presentación del festival. Suscribió la reivindicación de la zarzuela y la apuesta por la calidad en época de ajustes y ofreció su colaboración y la del periódico.