Oviedo, D. DÍAZ

Un año más, y con éste ya van tres, Emilio Sagi levantó de la nada -porque no hay un argumento preestablecido- un espectáculo ágil y lleno de chispa para enmarcar la sexta edición de los Premios Líricos «Teatro Campoamor».

Ahí radica la complejidad de un espectáculo de estas características, que ni es una función de ópera o de zarzuela ni simplemente un desfile de premiados. Sin embargo, estos últimos son los protagonistas de esta jornada lírica excepcional, que reunió de nuevo en el teatro Campoamor de Oviedo a lo más selecto de la profesión musical. La primera fila de la lírica volvió a darse cita en Oviedo, en una velada de valor musical manifiesto.

Baste nombrar al polifacético y carismático Ruggero Raimondi, que regresó al Campoamor después de más de cuarenta años, cantando la «Canción del torero» de «Carmen», en una intervención de categoría. La mezzosoprano María José Montiel escogió una ópera representativa de la historia del Campoamor, «La favorita», con una espléndida cabaletta del aria «Oh, mon Fernand» de Leonora. También estuvo el canario Jorge de León, que encandiló al público con su «E lucevan le stelle» de «Tosca», derroche de medios vocales. Mientras Mikeldi Atxalandabaso interpretó la popular romanza «Paxarín, tú que vuelas» con gran elegancia y aplomo vocal. También se contó con la presencia de Mariusz Kwiecien, aunque fue el único que no se animó a cantar.

No fueron de menor interés las intervenciones de las presentadoras -junto a su «Caballero de Gracia», Luis Varela-, María José Suárez y Sabina Puértolas, cuyas voces empastaron a la perfección en números como la deliciosa barcarola «Belle nuit; oh, nuit d'amour». Ambas brillaron también por separado, como en el aria «Je suis Titania, la blonde» de «Mignon», donde Sabina lució todas sus cualidades vocales, o el particular «Baile de la tarántula» de Suárez, uno de los mejores momentos, que sirvió para abrir la gala.

En la dirección musical, Pablo Mielgo se puso al frente de una versátil «Oviedo Filarmonía», en una verdadera fiesta de la lírica en la que la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo», con mayor peso en el espectáculo que en la pasada edición, ofreció actuaciones a destacar, como el «Coro de la murmuración» de «El dúo de la Africana».