Los cuatro detenidos el martes en relación con la desaparición del Códice Calixtino el 5 de julio de 2011, y que fue recuperado el miércoles, pasarán el viernes a disposición judicial, después de que el hijo del exelectricista de la Catedral y su novia quedaran en libertad con cargos.

Así, según informan fuentes judiciales, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela, Antonio Vázquez Taín, tomará el viernes declaración a los cuatro detenidos, dos de ellos en libertad con cargos, ya que este jueves se continuará con el registro de otro local.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago ha decretado la libertad del hijo de Manuel Fernández Castiñeiras, presunto autor del robo del Códice Calixtino, y su novia, han informado hoy fuentes judiciales.

Además, agregaron que en la jornada de hoy se continuará con el registro de otro local, dentro de las pesquisas para resolver el caso de la sustracción del manuscrito medieval, que se custodiaba en la catedral compostelana.

El Códice Calixtino, considerado la primera guía del Camino de Santiago, había sido robado del templo hace hoy exactamente un año y este miércoles fue recuperado de un garaje de la localidad de Milladoiro, próxima a Compostela.

Como presunto autor fue detenido Manuel Fernández Castiñeiras, que había trabajado durante 25 años como electricista en labores de mantenimiento de la catedral y en cuyo poder fueron encontrados otros valiosos libros de la época y objetos sustraídos, así como 1.200.000 euros.

También fueron detenidos su mujer, que permanece arrestada, su hijo y la novia de éste, que fueron ahora puestos en libertad, aunque las fuentes no concretaron por el momento en qué condiciones.

El exelectricista, M.F.C., y su mujer, permanecen detenidos en dependencias de la Policía Nacional, mientras que el miércoles quedaron en libertad el hijo de estos y su novia.

Hasta su regreso oficial a la Catedral, el Códice Calixtino permanece a salvo en una caja fuerte de las dependencias de la Policía, que lo albergará mientras se realizan una serie de pruebas periciales para ratificar que no sufrió ningún daño.