La tensión entre los radiólogos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y la dirección del complejo sanitario subió ayer de temperatura al acusar los médicos al equipo de gobierno de "instrusismo profesional" por arrogarse competencias "que legalmente corresponden sólo al radiólogo y nos colocan en una situación comprometida como responsables legales".

En una durísima carta dirigida a la gerencia, firmada por 26 facultativos del servicio de radiodiagnóstico, las iras de los especialistas se personalizan en Rosalía Tenorio, subdirectora médica, a quien acusan de "tomar decisiones que exceden sus funciones, generan desasosiego en todo el personal y ponen en riesgo la seguridad de los pacientes".

La misiva se refiere principalmente, aunque sin citarlo de forma expresa, al programa de resonancias magnéticas que se desarrolla en el HUCA durante los fines de semana con el fin de reducir la lista de espera. Los radiólogos llevan tiempo criticando este programa, toda vez que -argumentan- implica la realización de pruebas diagnósticas sin la supervisión de un médico, propicia la acumulación de exploraciones que no son informadas por un especialista (y, por lo tanto, no son útiles para el médico que las ha solicitado) y van a obligar a repetir un volumen apreciable de resonancias que son ejecutadas de forma incorrecta.

En un análisis más amplio, el conflicto de los radiólogos se remonta a la implantación en el ámbito sanitario, a finales de 2012 y principios de 2013, del aumento de la jornada semanal de 35 a 37,5 horas, y la supresión de las horas extraordinarias ("peonadas", en el argot sanitario).

Los radiólogos del Hospital Central describen en su carta un panorama en el que se consideran intervenidos por la dirección del HUCA. Sostienen que la doctora Tenorio gestiona la agenda de forma "unilateral", "programando citaciones tremendamente complejas sin control facultativo e indicaciones en contra del criterio médico y llegando a asumir ella personalmente la responsabilidad en la administración de contrastes".

Los firmantes de la misiva aseguran que esta estrategia no sólo resulta ofensiva para los profesionales. "Esta actitud, a la par que peligrosa para el paciente, terminará condicionando la repetición de pruebas que son técnicamente incorrectas y que necesitarán de una segunda evaluación para poder llegar a un diagnóstico correcto", señalan. Y agregan que "no es razonable ni ético, eliminar indiscriminadamente de la lista de espera estudios y, recordemos, pacientes, con el único fin de adelgazar ficticiamente los números de la lista de espera, mediante pruebas no controladas, sin pauta correcta y sin posibilidades razonables de un diagnóstico correcto en tiempo y forma".

Los radiólogos denuncian el recurso a "métodos coercitivos sobre todo el personal médico, especialmente los más débiles (residentes y eventuales), y sobre todo que se hagan y repitan amenazas laborales, aunque sean indirectas".

En el párrafo final, los integrantes del servicio de rayos manifiestan su disposición "para llegar a acuerdos de actividad extraordinaria, pero siempre que se planteen en un clima de buena voluntad, lógica, respeto por trabajadores y pacientes, adecuación a la capacidad del personal y control de los estudios".

Fuentes del HUCA consultadas por este periódico replicaron que desde la gerencia "se está insistiendo en mantener el diálogo con el servicio de radiodiagnóstico, buscando como fin primordial satisfacer la demanda de los pacientes". Las mismas fuentes añadieron: "Hay que hacer las pruebas e informarlas por el bien de los enfermos, y para dar respuesta a todos los otros servicios que acuden a radiodiagnóstico".

Jefaturas de servicio

Por otra parte, la Consejería de Sanidad del Principado ha hecho públicas las puntuaciones de los candidatos a las jefaturas de servicio de atención al ciudadano de las diversas áreas sanitarias de la región. Según Sanidad, el ranking de puntuación, resultante de la suma de currículum y proyecto, no prejuzga la concesión de la plaza. Incluso cabe la posibilidad de que alguno de los concursos sea declarado desierto si se estima que ninguno de los aspirantes da la talla.

Suceda lo que suceda finalmente con los procesos selectivos, lo cierto es que los mejor clasificados en cada área sanitaria son María del Pilar Fernández (área de Jarrio), Marta María Rodríguez (Cangas del Narcea), Enrique González (Avilés), María Luisa Tamayo (Oviedo), de nuevo María Luisa Tamayo (Gijón), María Fernanda Rozas (Mieres) y Ana Roces (Langreo). Se da la circunstancia de que María Luisa Tamayo, quien actualmente ejerce en Gijón, fue destituida del cargo de coordinadora de admisión y documentación clínica del HUCA a mediados de julio del año pasado por el equipo directivo que a la sazón dirigía Jaime Rabanal.