El arquitecto chileno Alejandro Aravena es el ganador del premio "Pritzker" 2016, considerado el Nobel de la arquitectura, por su carácter "pionero" al ser capaz de diseñar "obras poderosas" y abordar "desafíos clave" del siglo XXI. Aravena es el primer chileno en recibir este premio y el cuarto en América Latina, después de que fueran galardonados Luis Barragán (1980), Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006). La ceremonia de entrega de esta edición tendrá lugar el próximo 4 de abril en Nueva York. El jurado destacó que la obra de Aravena ofrece "una oportunidad económica para los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacio público acogedor". "Innovador e inspirador, muestra cómo la arquitectura puede mejorar la vida de las personas", apostilla. Entre sus edificios, destaca la Universidad Católica de Santiago de Chile.