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Un camino entre pucheros

Felicidad al plato en Valdredo

Fernando Marqués abrió hace dos meses en el concejo de Cudillero el bar restaurante Las Tres Andaricas, donde cocina tradicional y de autor van de la mano

Milhojas de pitu caleya con manzana glaseada y queso afuega'l pitu rojo. ANA PAZ PAREDES

Poco a poco y pasito a paso, pero con confianza y seguridad, con sabiduría respecto a la materia que trabaja y también sobre lo que quiere hoy en su vida. Fernando Marqués Inchaurrandieta, un cocinero joven y suficientemente preparado que, después de trabajar por media España y presentarse, inclusive, al programa de "Top Chef", decidió regresar a su tierra para emprender un nuevo periplo personal y profesional.

El caso es que el pasado 5 de diciembre inauguró en el precioso pueblo de Valdredo, en Cudillero, su bar, un local sencillo, en una casina amarilla con los marcos de las ventanas pintados en burdeos, que también comparte espacio con los miembros de la asociación de vecinos, un lugar donde los miércoles por la tarde se juega al parchís estando aún en el ambiente los olores de una cocina hecha con cariño y al tiempo con imaginación, la que quiere impulsar este cocinero nacido en Muros de Nalón.

"Llegó un momento en el que cansé de trabajar para otros y decidí que quería ser ya mi propio jefe y, además, volver para Asturias. Cuando entro por esa puerta, lo que quiero es disfrutar con lo que hago y que la gente, cuando lo pruebe, se dé cuenta de ello. Yo cojo los platos ancestrales, los de toda la vida, y les doy mi toque de autor, pero también mi toque asturiano", señala Fernando mientras va saludando a los primeros vecinos que se acercan durante la mañana hasta su local.

Las Tres Andaricas es un sitio sencillo incluso y, de momento, hasta sobrio, si se piensa en el comedor. A su favor juega su autenticidad, tanto por quien dirige el local como por lo que sirve. Tiempo al tiempo. Acaba, como quien dice, de aterrizar con un equipaje lleno de ilusión, mucha experiencia, proyectos y ganas de hacerse con su público. Allí, teniendo el paisaje por cortina y los trofeos de tute y parchís en las estanterías, como recuerdo de quienes habitan este precioso pueblín del Occidente, se pueden comer elaboraciones tan sorprendentes como la ensalada de tomate, champiñones y queso gamonéu; el gofre salado, hecho por él, con picadillo y queso cabrales; solomillo de cerdo con setas, salmón a la crema; cabrito, costillas fritas con cabrales; el caldero (patatas, cebolla, bacon y setas), merluza salteada con gambas o rodaballo a la parrilla, entre otros platos. Como novedad, también ofrece unos originales bocadillos entre los que están el de chorizo asado, cebolla roja y mostaza, el de merluza rebozada con salsa tártara y concasse de tomate, y la hamburguesa de merluza y cangrejo.

En cuanto a los postres, señalar que Marqués es también un repostero con experiencia. Allí el que triunfa es el "frixuelón", relleno de plátano, y con nata y chocolate por encima.

"El domingo feliz" es otra de sus ofertas: "Preparo aquí, sobre las brasas de carbón, un plato como lo hacían las abuelas. Mañana, por ejemplo, elaboraré patatas con costillas. La ración, acompañada de pan, es a 3,5 euros", señala este cocinero, que, además, organiza de vez en cuando cenas baile.

Además de una gratificante terracina con prao, también hay zona de aparcamiento. Cierra los lunes por descanso. Con capacidad para unas 40 personas, en fin de semana es conveniente llamar y reservar en el 665636919.

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