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El actor Caamaño defiende en Vigo su tesis en asturiano al no poder leerla en Oviedo

El cofundador de "Nun Tris", primer doctorado en Artes Escénicas en la región, tuvo que ir a Galicia por la imposibilidad académica de hacerlo en Asturias

Antón Caamaño. MARCOS LEÓN

La Universidad de Vigo no tiene ningún problema con la lengua asturiana, pese a no ser oficial, y los profesores tampoco. Antón Caamaño (Gijón, 1966), actor y cofundador del grupo escénico "Nun Tris", que lleva más de quince años haciendo teatro en asturiano, defendió hace unos días en la citada institución académica, y en su lengua materna, la tesis "Bases para un corpus de teatro en Asturias", una investigación sobre el teatro del Principado que analiza en detalle el periodo de profesionalización de las compañías en la democracia, desde el año 1985 hasta la actualidad.

El de Antón Caamaño es el primer doctorado en Artes Escénicas que ha realizado el ciclo formativo completo en Asturias. Hizo los cuatro años de Interpretación en el antiguo Instituto de Teatro y Artes Escénicas (ITAE), otros cuatro en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), estudiando Dirección de Escena, y un máster en Historia y Análisis Sociocultural en la Universidad de Oviedo.

La tesis tuvo que presentarla en la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo porque la ESAD no tiene rango académico suficiente para ofertar másteres o doctorados. "Había otras posibilidades, como Madrid o Barcelona, pero pensé que si el asunto iba sobre teatro asturiano, en Galicia me iban a entender mucho mejor que en Madrid, porque tenemos muchas más cosas en común, y creo que no me equivoqué en absoluto", señala.

El trabajo, dirigido por los profesores Manuel Ángel Candelas Colodrón, de la Universidad de Vigo, y Jorge Uría González, de la de Oviedo, propone la creación de un centro dramático asturiano, similar al que existe en otras comunidades autónomas -en Galicia funciona desde 1984-, en el que podrían tener cabida, según afirma Caamaño, "un archivo, que, excepto el anuario de Boni Ortiz, de carácter privado, no existe, y es fundamental, y un ente parecido a lo que puede ser Recrea, que cuide el patrimonio escénico, catalogándolo, desarrollándolo y también ayudando a difundirlo".

El teatro asturiano padece "un total abandono institucional", afirma Caamaño, ya que los gestores políticos "siempre han abandonado la industria cultural a su suerte".

Caamaño cita un ejemplo. "En 1995, Etelvino Vázquez realizó unas duras declaraciones contra el Gobierno regional porque las compañías de teatro profesional, unas ocho entonces, recibían 48.000 euros, que es exactamente lo que tenemos presupuestado ahora las cuarenta y pico que somos", afirma.

"El teatro en Asturias es de subsistencia. Como hay este abandono, es imposible competir en igualdad de condiciones con compañías de otras autonomías, tanto en montajes como en difusión", añade. Y da otro ejemplo: "Nuestros vecinos gallegos, que también se quejan, tienen 60 compañías y reciben 1,2 millones de euros en diferentes ayudas, veinte veces más. Creo que la falta de apoyo y el abandono son evidentes".

La intención del estudio, explica Caamaño, es "buscar un lugar para el teatro asturiano, formular un corpus estructurado para que las instituciones se pongan a trabajar, bien para realizar otros estudios o incluso para desarrollar perfiles profesionales", subraya.

Las propuestas tienen un carácter "abierto y poliédrico", con conclusiones particulares en cada uno de sus capítulos: antropología, ilustración, género, memoria histórica y asociacionismo. "Delimita, en primer lugar, lo que supone actualmente el concepto de 'teatro nacional asturiano' como categoría diferenciada del teatro hecho en Asturias; analiza en detalle lo que se denomina periodo de profesionalización y atiende, especialmente, al papel que desempeña la lengua asturiana en la definición y el desarrollo de este tipo de teatro", indica.

Estudiado y analizado el problema, ¿qué propone Caamaño para el teatro asturiano? "Hace falta redimensionar, salir de lo folclórico a lo que nos han condenado y defender lo profesional, pero solos no podemos hacerlo, necesitamos apoyo institucional, que la Administración vele por ello y no lo considere una historia menor".

En cuanto a la utilización de la lengua asturiana, Antón Caamaño afirma que la escribió en llingua "porque me parece la forma más coherente, natural y correcta para abordar los temas de los que trata y los conceptos que se exponen. Empleo esta lengua de un modo natural y normal".

Los profesores que juzgaron el trabajo recibieron una copia en español y otra en asturiano. "Me dijeron que entendían bastante bien nuestra lengua. El poder político asturiano nunca ha querido dar el paso hacia un verdadero reconocimiento de la lengua materna de Asturias, más bien se persigue sistemáticamente y se menosprecia, reduciéndola al ámbito del folclore".

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