Comenzó una de las fases definitivas del certamen con la primera semifinal del Concurso y Muestra de Folclore "Ciudad de Oviedo", que organizan el Ayuntamiento y LA NUEVA ESPAÑA. Jornada celebrada en el teatro Filarmónica, que dejó algunas conclusiones ya intuidas en los últimos tiempos. La tonada tiene el futuro asegurado, al menos el paso de unas generaciones a otras se está dejando ver en este evento, con veinticuatro años de vida. Ayer había dos cantantes en la modalidad juvenil, Mara Suárez Orellana, de 11 años, y que, como desveló Esther Fonseca, la presentadora del "Ciudad de Oviedo", lleva escuchando tonada desde que tenía un año. Cantó con soltura, fuerza y presencia en escena y fue despedida con una muy potente ovación del público. Una voz con mucho futuro en el género.

La otra cantante juvenil fue Andrea Méndez Martínez, de Gijón, que, de igual modo, tuvo una actuación bien resuelta y aplaudida por la gente. En su caso se da la circunstancia de que coincidió en el programa con su madre, María Luisa Martínez Suárez. Aun más, actuaron de forma consecutiva, primero la madre y después la hija. Ambas contaron a LA NUEVA ESPAÑA cómo habían llegado a la tonada. María Luisa, propietaria del restaurante Tírate al Matu, de Gijón, dice que lleva poco, que cuando empezó en esto de la canción asturiana no conocía ni a las históricas del género. Pero un cliente, José García, la convenció para ir a dar clases con Ismael Tomás Montes, campeón del certamen. Y así empezó hace tres años a cantar en concursos. Su hija la acompañaba a las clases hasta que la madre le dijo que tenía que cantar. Y así empezó la historia de madre e hija en la tonada. Las dos se acuerdan de su primera canción: "Tenía un novio carpintero", la madre, y "Tengo tres cabritines", Andrea.

El certamen tuvo hasta nueve cantantes de tonada (hubo la baja de Héctor Braga), todos ya en registros muy potentes y haciendo honor a esta fase en la que ya se decide gran parte del campeonato ovetense.

Juan Carlos González, director del certamen, dio las gracias al jurado por el trabajo realizado en la primera ronda, también se excusó por las bajas que hubo de cuando en cuando, todas ajenas a la organización, y anunció la potenciación de las semblanzas a través del vídeo, que ayer dieron comienzo con Xuacu el de Sama.

Junto a la tonada completaron la jornada la modalidad de gaiteros, que siempre deja un alto nivel en todos sus concursantes (aún mayor en esta fase más exigente), y la pareja de baile, formada en este caso por Ángeles C. Bernardo Muñiz y Florencio Moro González, ambos reforzados por grandes clásicos del folclore. La matinal del Filarmónica se completó con los monologuistas, modalidad integrada este año en la competición, que ayer contó con Carmen López, quien presentó un relato picante sobre las vacaciones de una mujer liberada de repente y depilada (cuando fui las "patas parecían dos felpudos", decía el personaje en cuestión). El otro participante fue Nel del Floro, que salió a escena ligero de ropa, descalzo, con boina y chaleco, para contar la aventura en una playa nudista.