El mundo de la tonada se quedó ayer mudo por el fallecimiento de una de sus mejores cantantes. A la edad de 41 años la voz, ya legendaria, de María Sánchez Blanco, "la Pastorina del Cares", se apagó para siempre en Gijón tras una intensa lucha contra una larga enfermedad. La noticia de su muerte cayó como un jarro de agua fría en su Peñamellera Baja natal. Nacida en la localidad de Lles, situada en la parroquia de Robrigueru, era poseedora de una gran habilidad sobre los escenarios para meterse al público en el bolsillo.

El alcalde de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández, lamentó su irreparable pérdida. "Era muy entrañable y querida en el concejo. Durante su carrera llevó con gran brillantez, por todos los rincones de Asturias, el nombre de Peñamellera". Las banderas del Ayuntamiento ondearon ayer a media asta en señal de duelo. El presidente de la Asociación e Intérpretes de Canción Asturiana (AICA), Pachu Gómez, mostró en la tarde de ayer su consternación tras conocer la noticia. "Era poseedora de una voz muy clara y potente. A la gaita, era una de las mejores cantantes", apuntó. Para Gómez, María Sánchez Blanco era la sucesora natural de dos de las mayores leyendas de la canción asturiana, la llanisca de la localidad de Parres Socorro Noriega, y la canguesa de la localidad de Labra Nori Redondo.

Manuel Vela, gaitero de Poo de Llanes, tocó en varias ocasiones con la cantante: "Siempre la recordaré con una sonrisa en la cara y quitando importancia a las cosas". La cantante Anabel Santiago mostró su tristeza: "Siempre amable y discreta. Todas las veces que coincidí cantando con ella tenía una ocurrencia para alegrarnos".

Entre los logros alcanzados por Sánchez Blanco destacan sus triunfos en la Muestra de Folclore "Ciudad de Oviedo", el concurso de tonada de Les Mines en Langreo, el Concurso de Canción Asturiana de San Martín del Rey Aurelio y el Concurso de tonada "Cuenca del Caudal", entre otros. El funeral es hoy, a las 16.00 horas, en Robrigueru.