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La generosidad agranda el Bellas Artes

El museo asturiano ha paliado la prohibición de adquirir nuevas piezas con un centenar de depósitos y donaciones de particulares, instituciones y empresas

La generosidad agranda el Bellas Artes

El Museo Bellas Artes de Asturias suma cinco años sin poder hacer ni una adquisición. La crisis económica ha cerrado el grifo de las inversiones y, sin embargo, la exposición no ha dejado de crecer desde entonces. Gracias a artistas, particulares, instituciones y empresas que han decidido ceder, e incluso donar, algunas de sus obras para que todo aquel que se pase por la pinacoteca asturiana pueda apreciarlas.

Alrededor de un centenar de obras han sido cedidas o depositadas desde que Alfonso Palacio dirige el Museo Bellas Artes de Asturias. "Tanto los depósitos como las donaciones funcionan con un doble registro. O bien el museo va a buscarlas, contacta con coleccionistas o con instituciones que sabe que tiene esas obras y negocia con ellos, o bien son propuestas que esos particulares hacen ", explica Palacio.

No todas las obras que ofrecen su ingreso se incorporan directamente al museo. Primero tienen que ser sometidas a examen. El director elabora un informe valorando su importancia estética e histórica y la pertinencia de que entre a formar parte de la colección. Luego lo presenta al patronato y a raíz de sus opiniones deciden si se aprueba o no.

Las obras que en los últimos años han pasado a formar parte del museo mediante el depósito lo hacen por un tiempo indefinido o durante unos tres o cinco años. Como el siglo XX es la parte de la colección del museo que más lagunas tiene, Palacio se puso en contacto con el Museo Reina Sofía para ver si podían llegar a un acuerdo. "Conseguimos que nos hicieran un depósito de ocho obras importantísimas", explica.

"También hemos conseguido que haga depósitos la fundación Niemeyer. Obras que compra con motivo de las exposiciones que realizan y que pasan a formar parte del depósito del museo". También tienen acuerdo con la Junta General del Principado.

Como empresa, el director destaca sin ninguna duda a Sidercal Minerales. "Tiene una colección de arte contemporáneo muy potente. Ya había hecho una serie de depósitos previos a mi llegada, en 2013. A partir de esa fecha han ingresado otras obras fundamentales que queríamos: un ´Gordillo´, que es una de las grandes referencias del arte contemporáneo español y que era una de nuestras lagunas, y un estupendo ´José Guerrero´".

Depósitos particulares

Entre las colecciones particulares destacan, sobre todo, los depósitos del empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón, custodiada por la fundación JAPS, y del también empresario asturiano radicado en México Antonio Suárez. "Pérez Simón es un coleccionista que ya había hecho varios depósitos en el museo y que, en el año 2015 entregó un ´Luca Giordano´, un depósito importantísimo". Antonio Suárez, por su parte, hizo un depósito "magnífico" de un cuadro tras el cual el museo estuvo bastante tiempo: "La cuna vacía" de Luis Menéndez Pidal. Con este lienzo, de grandes dimensiones, el pintor asturiano ganó la primera medalla Nacional de Bellas Artes en 1892. De una colección particular también llegó un busto de Víctor Hevia, procedente de la familia y un depósito muy importante de yesos del escultor Baltasar Lobo.

En cuanto a artistas asturianos, el viudo de Kely Méndez Riestra hizo un depósito de obras de la pintora. Igual que la viuda de Antonio Aladro, sin representación en el museo. "Es un pintor asturiano bastante interesante. Nos hizo un depósito de una serie de obras", explica el director. También hay aportaciones de Javier Victorero. "Depositó una obra que yo quería para exponer en la ampliación", dice Palacio. Ramón Isidoro es otro artista que ha hecho en vida un depósito y que querían exponer en la ampliación, así como Javier de Villota. Como curiosidad, el director menciona el depósito de un retrato de la madre de Fernando Galán. "El crítico y agente artístico está encargando una serie de retratos de su madre, que es anciana. Nos depositó un retrato de un fotógrafo finlandés llamado Ola Kolehmainen con el Neimeyer al fondo", dice.

Más que un regalo

Hay instituciones y particulares que van más allá. No sólo ceden durante un tiempo las obras, sino que directamente las dan. Algunas de estas donaciones han sido de artistas en vida o familiares de fallecidos. Son fundamentales para el Bellas Artes por su valor cuantitativo y cualitativo. Como las de Amador. Su hijo cedió 18 obras, una colección que Palacio califica de "completísima". Además de piezas de etapas que todavía no estaban representadas en el museo. Otra cesión muy importante ha sido la de la artista María Álvarez Morán, con 14 obras.

"La fundación Almela-Solsona -que lleva el nombre de Fernando Almela y Alberto Solsona- hizo una donación al museo de una serie de obras de los dos artistas que nos interesaba tener por su importancia en la pintura española de los años 80", afirma el director. "Es también muy importante por su interés la donación que nos ha hecho hace escasos meses una particular. Se trata de una placa de opalina de Milus Schmidt, un artesano y artista suizo que estuvo trabajando en Asturias", explica. La mujer hizo una visita al museo, le gustó y decidió donar la pieza por su conexión con Asturias. Otro particular, de Oviedo, donó un cuadro de Fernando Zobel, uno de los grandes nombres del arte español de la segunda mitad del siglo XX y uno de los fundadores del Museo de Arte Abstracto de Cuenca que cumple este otoño 50 años. "Es una de las referencias del ambiente artístico y cultural de España en los años 50, 60 y en adelante", dice el director del Bellas Artes. También hay artistas que han donado sus obras, como José Ramón Zaragoza o Sócrates Quintana.

En total, el Bellas Artes recibió alrededor de un centenar de obras que "han permitido capear este temporal", dice Palacio. Lo que no quita su deseo de comprar otras y, también, de que haya una ley de mercenazgo que anime a las personas a que sigan donando más.

Cesiones representativas

En los tres últimos años, el Bellas Artes de Asturias ha recibido alrededor de un centenar de obras por depósito o donación. Entre ellas, destaca la donación de la familia del pintor Amador, un Zobel que donó un particular, un Milius Schmidt, 14 obras de María Álvarez Morán y una serie de 16 obras de Francisco Fresno. También se ha depositado óleos de José Guerrero, de Menéndez Pidal, de Luca Giordano y de Gargallo, entre otros.

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