Los cigarrillos electrónicos pueden ser una manera segura y efectiva para dejar de fumar. Esa es una de las conclusiones de un estudio que acaba de publicarse en la revista "Annals of Internal Medicine", del colegio de médicos de EE UU. Se trata del primer trabajo que compara durante un periodo prolongado (seis meses) los efectos sobre el consumidor del uso de los "cigarrillos combustibles" y de los cigarrillos electrónicos, o vapeadores. El estudio indicó que las personas que usaron cigarrillos electrónicos exclusivamente tenían niveles significativamente más bajos de carcinógenos y toxinas en sus cuerpos en comparación con los que usaban cigarrillos tradicionales o una combinación de los dos modos de fumar. Dicho de otra manera, los cigarrillos electrónicos son más "saludables" que los otros.

La llegada del cigarrillo electrónico, hace poco más de una década, desató una controversia en Estados Unidos por el líquido con el que se cargan estos vapeadores, que contiene distintos niveles de nicotina, pero sin los productos químicos dañinos y cancerígenos de los pitillos tradicionales. Pronto surgieron defensores de este nuevo artilugio como la mejor manera para dejar de fumar. Pero el consenso no es total. En mayo del pasado año la FDA, la agencia estadounidense del medicamento, prohibió la venta de estos cigarrillos electrónicos cualquier menor de 18 años y, en realidad, los equiparó al tabaco tradicional. La razón para su veto fue que estos vapeadores eran una puerta de entrada para que los niños y adolescentes debuten en el consumo del tabaco tradicional y, además, consideraban que no era seguro el nivel de nicotina que contenían los nuevos artilugios.

Algunos medios estadounidenses, entre ellos "The New York Times", lamentaron que esta visión negativa de los cigarrillos electrónicos en EE UU frenase su uso como método seguro y efectivo para dejar de fumar. Ahora este nuevo trabajo, desarrollado en el Reino Unido, da la razón a los defensores de los vapeadores, aunque los autores de la investigación matizan que prevén ampliar su trabajo a nuevos biomarcadores para comprender mejor si hay más riesgos asociados al uso de los cigarrillos electrónicos. El año pasado, el Royal College of Physicians del Reino Unido, instó a los fumadores del país a cambiar a e-cigarrillos como un medio eficaz para dejar de fumar con los cigarrillos tradicionales

Esta nueva aportación, según comenta la publicación "Popular Science", respalda la función de estos vapeadores para ayudar a dejar de fumar cigarrillos tradicionales, pero aún no existe la total certeza de que se pueda prescribir su uso continuado. En esta investigación han trabajado expertos del University College y del King's College, de Londres, en el Reino Unido, así como del Roswell Park Cancer Institute (Buffalo, EE UU) y de los Centers for Disease Control and Prevention (Atlanta, EE UU