Cuando en 1993 se estrenó la película "Lo que queda del día", la delicadeza de su historia de amor conquistó a los espectadores de todo el mundo y fue nominada a ocho "Oscar", pero pocos conocían al autor de la novela en la que se basaba. La novela vendió un millón de ejemplares solo en Inglaterra y la película fue un enorme éxito. Algo que benefició a un autor que ha alternado su trabajo en la literatura y en el cine y que incluso ha sido productor de la adaptación en 2010 de otra de sus novelas, "Nunca me abandones".

Pero la relación con el mundo audiovisual había empezado en 1984, cuando escribió los guiones de dos películas para televisión.