El peor de los tiempos es "la quinta de Eladio Monroy" que escribe Alexis Ravelo. ¿No conocen a Eladio? Hay que remediar eso: es uno de los mejores personajes de novela negra jamás creados por estos pagos. Ni policía ni detective ni periodista. Vive de una pensión de la marina y acepta encargos de mala suerte. Un tipo de cuidado: mordaz sin mordazas, sentimental como mandan los cánones, cultivado y con lengua amartillada. Listo, con mala uva prensada por cierto estupor vital. Humor antibalas para sortear los desmanes de una sociedad española cargada de podredumbre y un náufrago de barra rodeado de gente de confianza aunque lo disimulen. Diálogos de gran calibre, violencia a lo grande, tensión a tope. Una novela de las que cuesta despegarse.

Oiga, Ravelo, ¿se presta a un tercer grado? La duda ofende. Ahí vamos. ¿Contra quién va Eladio en esta aventura? "Contra una red de corruptores y proxenetas. Y contra alguien incluso peor, pero no puedo entrar en detalles para no destripar el argumento".

¿Dónde encuentra Eladio el odio? "Probablemente en su sentido de la justicia y, en el fondo, en sus prejuicios de clase. Monroy siente un profundo rencor hacia los poderosos, sobre todo hacia los que no tienen las manos limpias". ¿Una parodia hay que hacerla muy en serio? "En literatura, pienso que sí, que en el fondo de una parodia literaria hay siempre un homenaje". ¿En qué ha cambiado Eladio desde "Tres funerales para EladioMonroy"? "Se ha ido haciendo menos intolerante. Sin embargo, ha ido manchándose las manos cada vez más y eso le ha convertido también en un personaje algo más atormentado y serio que en la primera entrega. Ahora, como conoce las consecuencias, se lo piensa dos veces antes de partirle la cara a alguien. Pero solo dos".

Si Eladio leyera su novela, ¿qué cree que le diría? "Me diría que soy un enteradillo de la caja del agua y que no me meta donde no me llaman".

¿El tiempo le ablanda a o sigue en sus trece? "No diría que es más blando, pero sí que se le ha dulcificado el carácter en algunos aspectos. En otros, sigue siendo el mismo tipo de trato desagradable". Semen, sangre? ¿soledad también? "Obligatoriamente. Es algo básico en el género negro, tal y como yo lo entiendo. Es un tipo de relato que versa sobre el individuo y sus elecciones. El héroe (o antihéroe) negrocriminal, aunque tenga cercanos a sus facilitadores, en realidad siempre está solo en un mundo en el que Dios no manifiesta nunca su presencia. Debe componérselas por sí mismo, y eso le hace forjarse un código ético distinto al de los demás".

¿A qué lector le gustará su novela y a quién se la desaconsejaría? "Me gustaría pensar que podría disfrutarla cualquiera. Pero seguramente me equivoco. Es una novela poco aconsejable para quienes prefieren la injusticia al desorden". ¿Vivimos el peor de los tiempos o tampoco hay que exagerar? "Buenos no son. Hemos perdido muchas oportunidades de que fueran los mejores".