Es una de las piezas más notables del conjunto de 33 obras maestras donadas por Plácido Arango, quizá la más singular y, por sus dimensiones, la más impactante. El "Retablo de la Flagelación de Leonor de Velasco", de finales del siglo XV, ya luce en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en un espectacular anticipo de la gran muestra que, a partir del próximo día 25, servirá para presentar la donación Arango en la pinacoteca asturiana. Una pieza cuyo montaje requirió cuatro jornadas de intenso trabajo y un despliegue a la altura del espectacular retablo. LA NUEVA ESPAÑA fue testigo de esa ingente labor.
El lugar elegido para colocar la pieza fue el atrio de la Ampliación, el único lugar del museo en el que hay espacio suficiente para colocar el monumental retablo, de cinco metros de alto por 3,90 de ancho, sin contar polseras, banco y crestería. De hecho, el retablo hubiese podido encajar tanto en la pared frontal como en la lateral del atrio, eligiéndose finalmente esta última por entender que era en la que mejor luciría la pieza.
La instalación del retablo comenzó el pasado lunes 8, con la colocación de una galleta de madera en la pared sobre la que se instalaría el retablo. Se erigió esa misma tarde un andamio desde la planta -1 del museo, que se cerró al público durante los días que duró la instalación, y se colocó el banco, la parte más pesada de un retablo que, en total, pesa más de 300 kilos. El martes 9, se instalaron las tablas de la calle central y el miércoles las laterales. Esa tercera jornada se inició también la instalación de las polseras. El jueves 11 se retiró el andamio y se completó la instalación de polseras y crestería, tras lo cual se dieron los últimos retoques para un retablo que está llamado a ser una de las piezas de referencia del Bellas Artes.
