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Un Molinón de máxima seguridad

Los vigilantes pondrán especial atención en la supervisión de mochilas y la Policía revisará las inmediaciones del campo - A la espera de las indicaciones que lleguen de Madrid, el dispositivo puede ser reforzado con los guías caninos y los Tedax

La sala de control de El Molinón, con las imágenes de las 47 cámaras de seguridad. JUAN PLAZA

La visita del Levante a El Molinón debería ser un partido tranquilo para Claudio González Alperi, inspector del Cuerpo Nacional de Policía y coordinador de la seguridad de El Molinón. Cuatro días antes del encuentro ante el conjunto valenciano, Claudio Alperi ya tiene información de las peñas que acompañan al Levante y de que no se encuentran entre ellas representantes de grupos ultra. Todo controlado, hasta que el terrorismo yihadista puso sus ojos en el deporte. En principio, no hay una alerta especial sobre el encuentro de El Molinón, aunque tampoco es ajeno a la preocupación general. La Oficina Nacional del Deporte, organismo dependiente de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, aún no ha dictado las instrucciones referidas a este partido. Cuando eso se produzca, se realizará la reunión previa de seguridad, a la que asisten el propio Alperi y Carlos Barcia, director de seguridad. En ella se define el dispositivo para este encuentro. Parece poco probable que sea declarado de alto riesgo, decisión que tomaría la Comisión Antiviolencia, aunque también lo puede solicitar el propio coordinador de seguridad.

Como responsable de seguridad, Claudio Alperi tiene cierto margen de maniobra y ya advierte de que se pondrá especial cuidado en la revisión de las mochilas, los bolsos y los cascos de moto, elementos donde ocultar amenazas, y también se extremará el control y vigilancia del exterior del estadio, con especial atención a los coches aparcados en zonas sospechosas. Al disputarse el encuentro al mediodía del domingo, coincide con el rastro, lo que dificulta estas tareas.

El responsable de seguridad hace un llamamiento a los abonados rojiblancos para que acudan con tiempo al estadio para encontrar aparcamiento y porque el acceso al campo puede ser algo más lento de lo habitual. El Molinón es un campo en el que los aficionados suelen apurar hasta el último momento su acceso al interior.

Si el encuentro fuera declarado de alto riesgo, el dispositivo casi se doblaría. Se podría incluso requerir la presencia de los guías caninos y de los Tedax (especialistas en desactivar explosivos) que vendrían de la jefatura de Oviedo y se realizaría lo que se llama un requisa, que vendría siendo una inspección previa del encuentro y de sus alrededores.

Este tipo de dispositivos son habituales en partidos con enfrentamientos de grupos radicales, en situaciones excepcionales, como pasó tras los atentados del 11-M en Madrid y también cuando se realizan otro tipo de eventos en El Molinón. Por ejemplo, Claudio Alperi fue requerido también para garantizar la seguridad en los grandes conciertos celebrados en el estadio gijonés.

"Lo que busca este tipo de terroristas es espacios en los que haya mucha gente, porque quieren causar el máximo número de bajas", valora Alperi. No obstante, espera que el domingo sea un partido tranquilo, lo que no impide que las fuerzas de seguridad actúen de manera preventiva para minimizar el riesgo.

Todo esto son medidas preventivas. El mensaje que se quiere lanzar desde los coordinadores de seguridad es el de normalidad. Ni Asturias, ni El Molinón, son, en principio, objetivo de los terroristas. Mucha de la atención de las fuerzas de seguridad se centra en el clásico que el sábado enfrenta a Real Madrid y Barcelona, un partido en el que estarán puestas las miradas de todos los países del mundo. El deporte nunca se había visto tan amenazado como en este momento, aunque el mejor mensaje que se puede lanzar es el de normalidad, dentro de las lógicas medidas de prevención.

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