La Llaneza (Tineo) / Oviedo,

Pepe RODRÍGUEZ / L. Á. V.

La Guardia Civil tiene abiertas otras líneas de investigación en relación al crimen de La Llaneza, en Tineo, según indicó ayer el delegado del Gobierno, Antonio Trevín. Los agentes de la Guardia Civil exploran otras pistas, como la posible presencia en la zona de unos portugueses que podrían tener cuentas pendientes con la víctima, Manuel Rodríguez, «El Llanezo». Sin embargo, el empeño principal de la Guardia Civil sigue siendo la localización del hermano de la víctima, Tomás Rodríguez Villa, «Tomasín», al que el pasado viernes se vio en la zona de La Espina realizando una abundante compra. Según indicó ayer Trevín, los agentes quieren saber si el hermano de la víctima se encontraba en La Llaneza cuando se produjo el crimen. Sin embargo, Tomasín está demostrando ser de lo más escurridizo y está, por el momento, burlando los sistemas de detección -«los más avanzados», según Trevín»- que se han instalado en la zona para localizarle.

La presión que la Guardia Civil aplica en la búsqueda de Tomás Rodríguez en los montes aledaños al pueblo de La Llaneza se mantiene en toda su intensidad. Los vecinos del pueblo han comprobado cómo, por segundo día consecutivo, los agentes han llegado en un número considerable al pueblo por la mañana. En el día de ayer, además, los guardias pidieron a los vecinos una cantidad considerable de sal gorda para dar a los caballos que Tomasín tiene desperdigados por las fincas de la zona. Según la versión de los habitantes de la pequeña aldea tinetense, la presencia de agentes de la Benemérita se mantiene hasta bien entrada la noche.

Parece que la estrategia de búsqueda de Rodríguez Villar ha dado un nuevo giro. A Tomás se le busca desde que su hermano Manuel fuera encontrado muerto, con signos de violencia, en una de sus cabañas hace ya un mes. Al principio se desplegó un enorme dispositivo que incluía un helicóptero y que cerraba todas las salidas del monte con patrullas de guardias civiles. A los pocos días, y tras comprobar que esta estrategia no daba resultado, la Guardia Civil cambió su estrategia por una más sutil en la que el camuflaje pasó a ser algo esencial, pero manteniendo la misma intensidad de búsqueda. Los agentes de la Guardia Civil dejaron de ser visibles para los vecinos, al menos en la mayor parte de las ocasiones.

El pasado viernes sucedió que Tomasín se acercó hasta el pueblo de La Espina para comprar provisiones. Lo hizo aseado y sin las barbas «hasta la cintura» que tenía la última vez que fue visto en público, antes de los hechos que acabaron con la vida de su hermano. Tras pagar por la comida, incluso hizo uso de un taxi para que le llevara a su pueblo y le guió hasta las inmediaciones de su cabaña.

Y eso ha hecho que la estrategia policial, aparentemente, haya vuelto a cambiar hacia una visibilidad mayor de los agentes de la autoridad. Los vecinos de La Llaneza aseguran que la cantidad de personas que se ven por los alrededores es notablemente superior desde este pasado lunes. En torno a una veintena de agentes cada uno de los días y una actividad constante en los montes. Nadie ha acusado de nada a Tomasín y oficialmente se trata de encontrarle para que ayude a aclarar las circunstancias del suceso, pues Manuel tenía una herida en el cráneo y murió de manera violenta.