Roma, Agencias

El capitán Francesco Schettino pidió una bebida para él y un postre para su acompañante, la moldava Dominika Cemortan, cuando el barco ya estaba hundiéndose. «Quería que cocinásemos a las diez o diez y media de la noche y le vimos con una mujer que no conocíamos», aseguró el cocinero filipino Rogelio Barista a una cadena de televisión filipina. El cocinero aseguró que no podía creer lo que veía, aunque también negó que el capitán estuviese borracho, como se ha sugerido.

El capitán declaró que había avisado a la compañía a los cinco minutos de chocar contra las rocas junto a la isla de Giglio. Por megafonía aseguró que todo estaba controlado, que se trataba de un fallo eléctrico y estaban arreglándolo. Otros miembros de la tripulación pidieron al pasaje que se metiesen en los camarotes.