Valladolid, E. P.

La fiscalía de Valladolid y los abogados de las partes personadas en el proceso judicial contra la cuidadora Gabriela L. B., acusada de la muerte el 15 de agosto de tres niños discapacitados que tenía a su cargo en el centro de Mensajeros de la Paz (organización fundada por el mierense padre Ángel González) en la localidad de Boecillo (Valladolid), han alcanzado un acuerdo en la condena a imponer, que ascendería a un total de 45 años de cárcel por tres delitos de asesinato, a razón de 15 por cada una de sus víctimas.

Con respecto a la condena penal no ha habido demasiada discusión, dado que los informes psiquiátricos señalan que la mujer era perfectamente consciente de lo que hacía en el momento de los crímenes.

Las discrepancias surgen, no obstante, con respecto a la responsabilidad civil, pues Mensajeros de la Paz ha ofrecido 40.000 euros en total, propuesta que a los representantes legales de las familias les parece insuficiente, mínima, teniendo en cuenta la insustituible pérdida. La ONG entiende que, en el momento en el que tuvieron lugar los macabros hechos, los pequeños no se encontraban con los padres, sino que habían sido ya acogidos por Mensajeros de la Paz. El acuerdo, que no ha sido firmado aún, evitaría la celebración del juicio con jurado popular que se iba a tener lugar en la Audiencia de Valladolid.

Gabriela L. B, de 55 años y natural de Uruguay, siempre ha sostenido que no recuerda nada de lo ocurrido y se escuda en que su único propósito era el de quitarse la vida. Los tres niños discapacitados de 3, 9 y 14 años que tenía a su cargo aparecieron el pasado 15 de agosto muertos en su habitación, con las cabezas cubiertas con papel de cocina film. La acusada intentó matarse el 10 de septiembre, arrojándose desde una ventana de la cárcel, y luego se abrió los puntos de las heridas.