La boliviana que ahogó en la bañera de casa a su hija de 11 años y a su hijo de 9 en el barrio del Carmel de Barcelona los intoxicó previamente con medicamentos antes de sumergirlos en el agua, según ha confirmado la autopsia. Cuando los investigadores llegaron a la escena del crimen, en los bajos del número 1 de la plaza Pastrana, encontraron a los niños de 9 y 11 años junto a la bañera -que se encontraba llena-, con el pelo mojado y despeinado, así como espuma en la nariz y la boca.

Rina M. S., de 35 años, presuntamente mató a sus dos hijos en la tarde del domingo, y avisó a su marido y padre de los niños de que lo había hecho. El hombre en principio no está implicado en el crimen. La detenida fue ingresada ayer lunes en un centro hospitalario en Barcelona por su estado mental. La presunta parricida estaba a tratamiento psicológico, según indicaron varios vecinos.

La misma noche del domingo ya fue trasladada a un centro médico para su exploración ante los síntomas de confusión y de posible ingesta de algún medicamento, y el padre fue atendido por los servicios de emergencia social. La mujer había denunciado al marido por malos tratos y la pareja estaba separada. Según los vecinos estaban a punto de ser desahuciados.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, está estudiando si se aplicó correctamente el protocolo de prevención de maltratos infantiles en este caso. Fuentes municipales reconocieron que la supuesta infanticida había denunciado en dos ocasiones a su pareja por maltratos y que había sido atendida por los servicios sociales, que no habían detectado que los niños estuvieran en situación de riesgo y que le estaban buscando una vivienda «de seguridad».