Una niña de 10 falleció ayer estrangulada por su abuela. Los hechos ocurrieron en un domicilio situado en Rentería (Guipúzcoa) y fue la mujer la que telefoneó a la Ertzaintza para decir que había matado a su nieta.

El suceso se produjo hacia las seis y media de la tarde del sábado en el domicilio de la abuela de la pequeña, situado en el barrio de Beraun. Tras su llamada a la Ertzaintza, una patrulla de la Policía Local se trasladó a la vivienda, donde encontró a la niña en estado grave. Tras llevar a cabo las maniobras de reanimación, lo consiguió y personal sanitario la trasladó al complejo hospitalario Donostia. Sin embargo, ayer acabó falleciendo a consecuencia de las heridas causadas por la mujer, que fue detenida y que pasará a disposición judicial previsiblemente hoy.

Los vecinos de la presunta homicida mostraron ayer su "tristeza" y "asombro" por lo ocurrido en una familia que calificaron de "ejemplar".

Según testimonios de varios residentes en el barrio, la familia protagonista de la tragedia "ha sido siempre totalmente normal y ejemplar".

Varias personas que conocen a la detenida aseguraron estar "asombradas" por lo sucedido e incidieron en que no se pueden imaginar qué es lo que le ha podido ocurrir para que haya podido matar a su nieta. Un vecino que conoce a la arrestada y a su marido se mostró profundamente afectado y "muy triste" por lo acaecido.