Alrededor de 11.000 vecinos de Berlín fueron desalojados ayer de sus viviendas para proceder a la desactivación de una bomba de la II Guerra Mundial de 250 kilos localizada mientras se llevaban a cabo unas obras en el barrio de Kreuzberg. Los residentes fueron avisados el pasado sábado del desalojo, y a lo largo de la mañana agentes de la policía recorrieron todos los edificios situados dentro del perímetro de seguridad para trasladar a quienes necesitaban ayuda y garantizar que la zona quedaba vacía. La bomba, de fabricación estadounidense y hallada en las cercanías del Museo Judío, fue desactivada tras desconectar sus dos detonadores, que fueron explosionados. El perímetro de seguridad obligó a interrumpir varias líneas de metro y de autobuses públicos y se mantuvo durante nueve horas.