Los dos investigados -padre e hijo- por el incendio que se inició en la localidad boalesa de Brañalibrel y que terminó destruyendo alrededor de 2.500 hectáreas entre ese punto y la costa de El Franco, el pasado 19 de diciembre, ya han declarado ante el juez del caso y niegan cualquier participación en este pavoroso incendio, convertido en el icono de la ola de fuego que arrasó la región a finales del año pasado.

Estos sospechosos, defendidos por el letrado José Manuel Fernández González, son dos de las catorce personas -dos de ellas detenidas- que el Servicio de Protección de la Naturaleza y el Ucoma de la Guardia Civil han identificado como presuntos autores de las quemas que terminaron destruyendo en diciembre al rededor de 15.000 hectáreas, principalmente de monte bajo.

El fuego de Brañalibrel fue de lejos el peor de los incendios del pasado diciembre, no sólo por la amplitud de la superficie quemada, sino por el alcance de los daños, puesto que ardieron varias edificaciones. Tras la declaración de los presuntos autores del fuego, prosigue la instrucción del caso.

Investigación

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Unidad Central Operativa Medioambiental (Ucoma), ambas de la Guardia Civil, llegaron a los sospechosos después de interrogar a los vecinos de la localidad de Brañalibrel, el pasado 22 de diciembre, tres días después de iniciarse el fuego.

Los vecinos de esta pequeña localidad boalesa de apenas diez habitantes indicaron a los agentes que el fuego se había iniciado sobre los rescoldos de un incendio apagado unos días antes, concretamente el 16 de diciembre. Este primer fuego fue sofocado por los Bomberos del SEPA, que llegaron a movilizar un helicóptero en las operaciones de extinción. Según los vecinos, lo que ocurrió el 19 de diciembre fue que se reactivaron las llamas apagadas el día 16.

La investigación de los fuegos por parte de las dos comandancias de la Guardia Civil permitió la detención de dos personas como responsables de la ola de fuegos del pasado diciembre. El 20 de diciembre fue arrestado C. F. A., ovetense de 29 años, por un incendio que afectó al monte Corolla, en la parroquia maliayesa de Celada, donde el detenido tenía ganado. También fue detenido un vecino de Peñamellera Baja de 36 años por un fuego en el pico Jana, ocurrido el pasado 30 de diciembre.

Aparte de los dos boaleses investigados, hay otros diez sospechosos por los incendios registrados. Todos ellos han sido interrogados y se han abierto diligencias contra ellos.