Un total de 35 personas murieron ayer y otras once resultaron heridas por el incendio de un autocar en una autopista de la provincia china de Hunan (centro del país). El fuego se inició después de que el vehículo chocara contra la barrera de la autopista y pudo haber sido causado por el aceite que se derramó tras el impacto. El conductor, que cubría una ruta interurbana, fue detenido por la Policía poco después del accidente.