Juan Carlos Quer, el padre de Diana, la joven de 18 años desaparecida desde el 22 de agosto, asumió ayer que "las expectativas de encontrarla con vida no son las mejores", transcurridas más de tres semanas sin pistas de su paradero. El hombre acudió con su hija menor de edad al Juzgado de instrucción número dos de Ribeira (A Coruña), con motivo de la retirada cautelar de la custodia a la madre. Ayer se supo que Diana denunció a su padre en abril, tras asegurar que le impedía ver a su madre, a la que tildaba de psicópata, y que le había dado incluso un valium. El padre, sobre esta denuncia, indicó que tras la demanda de divorcio habían "caído nueve o diez" sin ningún fundamento. También se supo ayer que el interrogatorio de cuatro horas a la madre había sido exhaustivo, ante las contradicciones en las que incurrió.