La Audiencia de Barcelona ha absuelto a un joven condenado a tres años de prisión por lanzar piedras a la Policía en la huelga general del 29 de marzo de 2011, al cuestionar la veracidad e imparcialidad de la declaración del guardia urbano que lo incriminó, única prueba de cargo del juicio. El acusado afirmó que ni siquiera había participado en la protesta.