Miguel Ángel Muñoz Blas se sentará hoy en el banquillo en la Audiencia Provincial de León, acusado de ser el presunto asesino de Denise Pikka Thiem, la joven peregrina norteamericana que murió asesinada en abril de 2015 cuando realizaba en solitario el Camino de Santiago. A lo largo de las tres próximas semanas se escucharán sus testimonios, los de otros testigos y la presentación de las pruebas que justifiquen que la Fiscalía pida una condena de 25 años de cárcel, de los que veinte son por asesinato y cinco por un delito de robo con violencia.

El cadáver de Denise Pikka Thiem fue hallado el 11 de septiembre de 2015, cinco meses después de su desaparición en Astorga y después de que su presunto asesino fuese detenido en Grandas de Salime.

Muñoz Blas se autoinculpó y en un primer momento se confesó autor del crimen. Aseguró que estaba en casa después de comer y que había bebido más de lo normal. Entonces pasó "esa chica" y le preguntó por el Camino de Santiago. Le pidió que le acompañase y lo hizo. Poco después la mató, según él, porque ella se puso agresiva y él la golpeó con un palo, lo que provocó que la joven cayera y se golpeara con unas piedras. Vio que sufría y para evitarlo le cortó el cuello.

El presunto asesino se retractó posteriormente de esta declaración, asegurando que había sufrido brutales coacciones de la Policía para que confesara. Afirmó incluso que le pusieron una pistola en la cabeza y que le maltrataron psíquica y casi físicamente.

La autopsia del cuerpo de Denise Pikka Thiem desveló que la mujer falleció de una brutal paliza. Su cuerpo apareció medio desnudo y escondido entre unos matorrales. Presentaba numerosas fracturas y no tenía manos. De hecho, pese a las intensas búsquedas, aún no han sido encontradas. "No puede descartarse que fuera por la acción de animales carroñeros", dice el informe de la autopsia. Pero también añade que tampoco se puede descartar "la amputación traumática posmorten". Los investigadores se inclinan por esta opción, ya que así se dificultaría la identificación de la mujer si se hallase su cuerpo. Pero en el primer enterramiento, indicado por el propio acusado, se encontró una uña que pertenecía a Denise Pikka.

La sección de análisis de conducta, adscrita a la unidad central de inteligencia criminal de la Comisaría General de la Policía judicial, elaboró un informe en el que descartaba que el móvil del crimen fuera el robo, como se sospechó inicialmente. Los expertos apuntaron a una intencionalidad sexual. De hecho, llegaron a calificar a Muñoz Blas de "depredador sexual", indicando que ponía los medios para desviar a las peregrinas de su ruta para que llegaran a las inmediaciones de su casa, de tal manera que pudiera realizar ataques con mayor tranquilidad.

Miguel Ángel Muñoz Blas, madrileño de 27 años, fue descubierto y detenido en Grandas de Salime después de que intentara cambiar dólares que supuestamente había robado a Denise Pikka Thiem.

La defensa del acusado ha intentado por todos los medios la anulación de las pruebas, pero hoy empieza el juicio.