"La dejó sin un duro", aseguró ayer Diego Cueva, abogado de una vecina de La Manjoya (Oviedo) que denuncia haber sido víctima del conocido asesor ovetense Víctor R. M., al que acusa de "levantarle" 164.000 euros aprovechando que le había otorgado un poder para tramitarle la liquidación del impuesto de sucesiones tras el fallecimiento de su exmarido y su hijo. Al final, dicen las acusaciones, no liquidó nada y la mujer, que tiene hoy 80 años, tuvo que pagar la friolera de 90.000 euros, el impuesto más el recargo. Tanto el ministerio público como la acusación particular solicitan cuatro años y medio de prisión para Víctor R. M. La vista estaba fijada para la mañana de ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, pero el acusado adujo que sufría una gonalgia derivada de su artritis y que tenía que estar diez días en reposo por prescripción facultativa.

Víctor R. M. es muy conocido, ya que a mediados de la pasada década fue patrocinador del Real Oviedo durante la presidencia del hoy huido de la Justicia Alberto González. Al final, Banservices fue condenada a pagar 420.000 euros por incumplimiento del contrato de patrocinio. El asesor financiero -condenado por falsificación de documentos públicos y estafa en 1996, 2001 y 2004, según la Fiscalía, aunque estos antecedentes no son computables en la presente causa- compró luego por un precio irrisorio el club de fútbol de Cudillero, pero el equipo terminó desapareciendo, después de que el nuevo propietario no pagase durante meses a los jugadores y al entrenador y les extendiese cheques sin fondos, según dijeron los afectados.

Dinero para los sobrinos

El asesor, defendido por el letrado Fernando de Barutell, explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA su versión de los hechos, que se remontan a 2012. "No cobré un duro de esta señora, pese a que le hice el trabajo", aseguró. Según señaló, únicamente trató de arreglar el desaguisado que había dejado otro asesor previamente. El acusado sostiene que el dinero que falta se lo entregó la anciana a sus sobrinos. "A una de ellas le dio un crédito personal de 60.000 euros. La denunciante cobró 200.000 euros de la liquidación de la herencia", explicó. Por otro lado, asegura que no hay prueba alguna de que él cobrase ese dinero que se le imputa. "No hay ningún reintegro a mi nombre y los empleados del banco no me conocen de nada", aseguró.