Davinia M.G., la madre de Sara, la niña de 4 años muerta en un hospital de Valladolid el pasado 3 de agosto, dio a entender que, si existían malos tratos contra la menor, podían haber sido causados por su expareja y padre de la pequeña, con quien la niña estuvo una semana antes de que recibiera asistencia médica el 11 de julio.

La Fiscalía Provincial de Valladolid difundió ayer una nota de prensa, en la que explica la secuencia de los hechos en lo que corresponde a la actuación del ministerio público en el ámbito de menores. Fue el 11 de julio de 2017 cuando la menor, que acudió acompañada de su madre, fue atendida en un hospital de Valladolid, donde presentaba diversas contusiones.

La progenitora, quien dijo entonces ser víctima de maltrato por parte de su expareja y padre de la menor, manifestó que las lesiones podían derivarse de los "juegos de la niña con su hermana", también menor, y que si existían malos tratos, en cualquier caso, la pequeña había estado con su padre la semana anterior, dirigiendo hacia él las sospechas.