Caso Abierto - La Nueva España

Caso Abierto - La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un antecedente que desata el pánico

Relato en primera persona de un asturiano en el epicentro del seísmo

La zona donde se encuentra nuestra oficina (Polanco) prácticamente no ha sufrido daños. Estamos en un octavo piso, por lo que el movimiento se sintió muy fuerte, y en la evacuación del edificio se vivió una situación de muchos nervios, cercana al pánico. Se da la circunstancia de que se cumplían 32 años del temblor de 1985 que destruyó gran parte de la ciudad, y dos horas antes se había hecho un simulacro de evacuación, por lo que muchos tenían muy presente lo ocurrido entonces.

Si bien en un principio no pensamos que el temblor hubiera tenido mayores consecuencias, a medida que nos desplazábamos hacia el centro de la ciudad recibíamos noticias, encontrábamos calles cerradas y veíamos algunos derrumbes menores. Todos los edificios fueron evacuados, por lo que al ser la zona con construcciones muy altas había gran cantidad de gente en las calles y el tráfico quedó interrumpido. Los teléfonos tampoco funcionaron durante horas, por lo que nos fuimos comunicando entre familiares y amigos vía Whatsapp. Desde España comenzamos a recibir rápidamente muchos mensajes de interés y apoyo, dado que las noticias que nos decían recibir allí eran muy alarmantes.

Anoche muchas personas durmieron en la calle por temor a las réplicas y a que los edificios estuvieran dañados. No hay colegio hasta nuevo aviso y en muchas empresas no se trabaja (se ha declarado el día inhábil). El transporte público opera de forma gratuita y se reciben continuamente mensajes solicitando distintos tipos de ayuda. A medida que se avanza en el desescombro la cifra de muertos va aumentando y se van conociendo casos específicos muy tristes.

Compartir el artículo

stats