No hay límites, ni exquisiteces. La oleada de robos que sufren algunas localidades a lo largo y ancho de la región es una cuestión "coyuntural", según la Policía, favorecida además por las buenas comunicaciones, que permiten desplazarse de una punta a la otra de Asturias con rapidez, e incluso salir de la región antes incluso de que se detecten los asaltos. Pero estos asaltos, por alarmantes que sean, no significa que la situación se haya desbocado. De hecho, la Policía asegura que las estadísticas no reflejan un repunte fuera de lo normal. Es más, las tasas de criminalidad revelan un descenso en todos los tipos de delitos.

Bancos, joyerías, bares y cafeterías, y hasta remolques con cables de una orquesta. En los últimos dos meses la oleada de robos denunciados en distintas localidades asturianas es una constante. Como lo fue en el verano los asaltos a viviendas, que finalizaron cuando se desarticuló una banda organizada que se desplazaba hasta la región para realizar sus asaltos.

Según la fuentes consultadas, "de manera esporádica se dan repuntes de robos en establecimientos comerciales. Son coyunturales". ¿Y a qué responden? Las razones son variadas y algunas pueden parecer incluso increíbles. "Pueden ser bandas organizadas que vienen de fuera de Asturias, pero también puede ser que coincida que un grupo de reclusos salgan al mismo tiempo de prisión y necesitan dinero para droga. Cuando han entrado en prisión bajan los robos y al salir repuntan", explicaron fuentes policiales que eludieron dar más pistas al estar investigándose todos estos sucesos.

Los atracos en Cangas de Onís y en Olloniego también son, afirman las mismas fuentes, puntuales y protagonizados por personas que seguramente vienen de otra comunidad autónoma, como se demostró en el caso de Cangas.

Los hosteleros del valle del Nalón también han notado en el último mes un incremento de los robos en sus locales, centrados principalmente en las máquinas tragaperras, con casi una decena de establecimientos afectados. Fuentes de la Policía Nacional confirmaron este aumento, aunque consideraron que los niveles eran muy similares a los de años anteriores, y muy alejados de pasados ejercicios, como 2010, donde sí había habido un despunte de este tipo de robos. El que los ladrones opten por las máquinas tragaperras, se debe, según las investigaciones, a que suelen estar en lugares de fácil acceso a través de grandes cristales. En cuanto a la identidad de los ladrones, no se descarta que se trate de un grupo especializado en este tipo de robos que opera en todo el Principado, no relacionado, en principio, con las comarcas mineras.

Y es que las buenas comunicaciones por carretera favorecen los traslados por la región.

"En pocas horas se pueden asaltar varios establecimientos en distintas localidades de la región, porque las comunicaciones son buenas. Y lo mismo ocurre si vienen de otras comunidades autónomas. Llegar, cometer los asaltos y marcharse se puede hacer con rapidez", explicaron las fuentes policiales consultadas.

Estas oleadas puntuales de robos se producen todos los años. La memoria de la Fiscalía de Asturias de 2016 también recoge un "importante número de delitos de robos perpetrados en domicilios, especialmente en Navidad" del año pasado, y "asaltos cometidos por mujeres y en establecimientos abiertos al público, sobre todo gasolineras y entidades bancarias".