El juicio a "la manada" por la violación en grupo de una joven madrileña de 18 años en los Sanfermines llegó a su punto culminante con los informes finales. Ayer le tocó el turno a las acusaciones, que fueron inmisericordes con los cinco sevillanos acusados. Tanto el fiscal como la acusación particular como las populares mantuvieron que la joven no consintió y sus peticiones de entre 22 y 26 de prisión. La fiscal indicó que los acusados actuaron de forma "conjunta y coordinada", lo que dejó a la denunciante "sometida" y "sin posibilidad de resistencia". Ha quedado acreditado, añadió, que existió un delito continuado de agresión sexual en grupo, oral, vaginal y anal, y también contra la intimidad, por los vídeos que grabaron los acusados. La joven, indicó, fue "humillada y vejada" por los acusados, que se valieron no solo de su superioridad física, las circunstancias ambientales y el lugar elegido. No se le podía pedir que fuese una heroína, dijo. Miguel Ángel Morán, abogados de la joven, indicó que su versión fue "precisa y consistente" y afirmó que no hubo resentimiento ni venganza en la denuncia. E indicó que una joven normal no pasa de la noche a la mañana a una práctica de sexo grupal. "No tiene ni pies ni cabeza", recalcó.