La anciana madrileña de 83 años acusada de intoxicar y provocar la muerte de su hijo discapacitado no irá finalmente a la cárcel e irá a un psiquiátrico tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía. La mujer trituró dieciséis blíster de medicamentos y los mezcló con agua para después dárselos a su hijo, que falleció a consecuencia del envenenamiento.