En la anterior legislatura autonómica el presidente del Principado, el socialista Javier Fernández, logró sacar adelante dos de los tres Presupuestos que le tocó negociar. El primero de ellos lo pactó con IU y el entonces único diputado de UPyD, Ignacio Prendes. Y el segundo, con el PP. Por el medio hubo unas cuentas regionales prorrogadas y aderezadas con unos créditos extraordinarios que también contaron con el visto bueno de los populares.
Pero la situación política ha cambiado radicalmente respecto a la negociación presupuestaria del pasado año. Si algo se puede asegurar en estos momentos es que el pacto PSOE-PP no se va a reeditar. Y, por supuesto, que el Foro de Francisco Álvarez-Cascos seguirá tan alejado del Gobierno socialista como en los últimos cuatro años.
No debe ser cómodo para los socialistas sentarse a negociar los Presupuestos con partidos que saben de antemano (porque así lo han anunciado) que no les van a apoyar. Pero quizás les debe apetecer menos aún ponerse a hablar con un partido, Podemos, que, incluso, acude a las conversaciones sin sus pesos pesados regionales, síntoma inequívoco de que desdeña el proyecto de Presupuestos elaborado por el Ejecutivo del PSOE.
Con estos antecedentes y salvo enorme sorpresa, parece evidente que en esta ocasión no toca que la comunidad autónoma tenga Presupuestos. Aunque IU y Ciudadanos los pactaran, sus votos serían insuficientes para sacarlos adelante. Así y todo, el espectáculo continúa. Tras la reunión de ayer con Foro, mañana está previsto que el Gobierno se siente a hablar con el PP.
Bueno, al menos todos estos contactos les sirven a los diferentes partidos para ir dando a conocer a los asturianos una síntesis de sus respectivos programas de cara a las elecciones generales de dentro de un mes y diez días.
