La columna del lector

Cómo se destruye España

En relación con los nuevos ajustes y la multa posible de la Unión Europea a España habría mucho que decir. ¿Cómo hemos llegado a esto? El convenio con la Unión Europea y las no claras acciones que han hecho nuestros políticos, creando una restricción económica a España, terminando con el campo, con las minas, con la clase media, cerrándose cantidad de empresas. Todo ello debido a que el poder adquisitivo de los españoles ha caído en barrena. Hemos vendido España, su riqueza, que nos permitía vivir, tener trabajo, poder consumir y proporcionar a todos esos autónomos unos ingresos para pagar sus impuestos y levantar de verdad España.

Deberíamos enfrentarnos a Europa y recordarle que el convenio de entrada en el euro y con la Unión Europea es un contrato denominado en derecho Leonino, es decir, con cláusulas abusivas de restricción económica que destruyen nuestra producción y pactadas posiblemente en ámbitos no claros y con un dolo manifiesto que se debería investigar, ya que el resultado nos impide pagar nuestras deudas. Estos convenios leoninos consiguen esclavizar al otro y tenerlo sometido continuamente. Dicho convenio debe ser impugnado ante el Tribunal Europeo al ser supuestos cómplices los del otro lado, pues juntos, ellos y los representantes de España que hayan intervenido, llevan a este país a la destrucción progresiva, llegando como hemos visto a tirar de las reservas de las cotizaciones a la Seguridad Social, que tienen un destino fijo, pagar a los cotizantes su pensión el día de mañana. Es derecho adquirido por la cotización. Que quiten de otros presupuestos del Estado antes de robar a los cotizantes. En conclusión, el primer paso sería proceder en consecuencia a la reclamación de revisión de dichos convenios con Europa y devolver a España los derechos que le corresponden.

La situación de España, su riqueza -como decían los romanos, España era el granero de Roma-, y ahora en qué nos la han dejado estos destructores, que entre unos y otros siguen tirando de la piel de toro hasta romperla. Seguir en el euro, por supuesto, pero con otras condiciones justas.

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