Xuan Xosé Sánchez Vicente

Ni siquiera lodos

Tres textos de LA NUEVA ESPAÑA del pasado 11 de agosto nos invitan a reflexionar sobre nuestro pasado y las consecuencias que de él se derivan en nuestro presente. Dos de ellos tienen que ver con el ámbito cultural. Nos informa el primero de que un chalé comprado por el Ayuntamiento de Mieres en 2009 por 180.000 euros para instalar en él el Muséu de la Toná amenaza ruina. El segundo, es un artículo de opinión. En él Blas Fernández Gallego, que fue responsable del Centro Internacional de Arte del Palacio Revillagigedo, en Xixón, describe cómo el edificio está infrautilizado, al tiempo que recuerda los muchísimos millones que costó, tanto en la habilitación como en las adquisiciones. "Muerto y desprestigiado", dice él, está ahora el palacio, al tiempo que señala a sus responsables.

Tanto lo de Mieres como lo de Xixón son dos muestras más de una larguísima riestra de "inversiones" culturales que se han cerrado, que nunca se han abierto o que no tienen utilidad ninguna; producto todo ello de aquella época en que todos pedíamos más y en que los pueblos votaban ya no a quien les prometía un puente no habiendo río, sino a aquel que les prometía el río y el puente. Y de aquellos polvos vinieron estos lodos.

La otra noticia es de materia distinta, pero tiene también que ver con el despilfarro del dinero público y con la incapacidad para gestionar. Se trata de la depuradora de Buelna y Pendueles. Se concluyó en 2008, con un costo de 1,25 millones de euros. Pues bien, situada en un lugar inadecuado, nunca entró en funcionamiento. No es el único caso, abundan. Podríamos traer una enfilandrada de ejemplos, en pueblos, en aldeas, en ciudades como Xixón.

Pero aquí, al contrario que en los dos casos anteriores, estos polvos ni siquiera producen lo que tenían que producir: lodos.

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