La entrada a la cueva de La Lluera, considerada el más completo santuario exterior de arte paleolítico de Europa, cuesta 3,13 euros. Exactamente eso. Ni un céntimo más ni uno menos. Y si el visitante es un niño o mayor de 65 años tendrá que abonar 1,62 euros.
Ya se pueden imaginar el trasiego de céntimos que se produce cada vez que alguien quiere conocer una de las joyas prehistóricas asturianas. ¿A qué ese afán por poner precios tan complicados? La explicación está, según señalaron fuentes del Gobierno regional, en que se trata de precios que se van actualizando con incrementos a medida que se revisan cada año y esa subida suele ser porcentual.
Pero lo cierto es que lo habitual es aplicar un redondeo mínimo que muchas veces agradecen hasta los propios usuarios y más aún los encargados de la venta de las entradas. Por ejemplo, sería razonable que la entrada de adultos costase 3,50 y la de niños y mayores de 65 años quedase en 1,50 euros y así compensarse.
Pero lo cierto es que alguien se olvidó o decidió conscientemente no tramitar ese ajuste. La única opción en caso de escasez de cambio es agrupar en parejas a los adultos con un niño o mayor para que paguen ambos 4,75 euros, que seguramente es menos farragoso. Dicho lo cual, recordar que las visitas a esta cueva, más que recomendable, se prolongan hasta el próximo día 30.
