En corto y por derecho

Los lobos también saben latín

El episodio de San Froilán camino de Lugo y su entendimiento con los cánidos

Decía Álvaro Cunqueiro que los lobos hablaban con la gente en latín, lengua que conocían a la perfección. Fue también el latín el idioma en el que hablaron San Froilán y el lobo durante su encuentro y durante el viaje que emprendieron juntos a la ciudad de Lugo, después de que el lobo matase al burro que le llevaba el equipaje, y el santo le pusiera las alforjas cargadas de libros al lobo en penitencia.

Fue fray Atanasio de Lobera, monje benedictino cisterciense nacido en el siglo XVI que murió a principios del siglo XVII, quien narró por primera vez ese episodio. Lo hizo en su "Historia de la grandeza de la ciudad antigua e ilustre y León Iglesia y su obispo y patrono San Froilán, con el glorioso San Bishop Atilano de Zamora", donde se dice que "es algo conocido y verdadero entre los montañeses de la región de León". Cuenta la leyenda que cuando Froilán ermitaño montó a través de las montañas de León utilizó un burro para llevar los libros, pero el lobo, tal vez con hambre, se dio cuenta de la burra y trató de dejar sin un buen transporte a Froilán, que luchó contra la bestia por su comportamiento y como castigo por poner por delante el estómago y reemplazar al burro le hizo llevar el porte de los libros. Una variante de esta leyenda, más prosaica, dice que el burro llevó piedras para construir la capilla que lleva el nombre del santo y que todavía existe hoy en día cerca de Valdorria, León. ¡Qué cosas!

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