Una cualidad que da categoría a las personas es su coherencia. Si alguien considera, por laicidad, que los representantes de instituciones públicas no deben asistir a actos religiosos como tales se puede estar de acuerdo con ello o no, pero tiene que estar de acuerdo con ello quien lo enuncia. Pues bien, mientras autoridades municipales ovetenses eluden la presencia institucional en actos religiosos, en La Pola los mismos van a actos religiosos. Tal vez no sepan que un funeral es sobre todo la oración de los creyentes por el difunto. Nada que ver con lo social ni lo político. Quienes dieron calabazas al monseñor estaban en un funeral en la Pola, en bancos reservados. Con lo cual, o no están convencidos de lo que dicen, o ningunean las convicciones de los creyentes, o D. Sergio nuestro cura cae mejor que D. Jesús, o simplemente no son coherentes. A ciertas edades la coherencia no se aprende. Como dice D. Quijote "Está ya duro el alcacer para zampoñas".
